ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

Lo oí muchas veces de niño en mi casa en Aranjuez: “Ni tanto que queme al Santo ni tan poco que no lo alumbre”. Frente a la crisis fiscal y la recesión económica se debe buscar un balance entre reactivación por una parte y consolidación fiscal por otra. Y en la consolidación fiscal se debe equilibrar el aumento de impuestos temporal con la disminución del gasto y el cambio estructural del gobierno.

NO HAY QUE QUEMAR AL SANTO.  He planteado mis reservas respecto al Plan que el gobierno ha presentado públicamente para negociar con el FMI. En resumen: 1.- no toma debidamente en consideración el impacto negativo de los impuestos en el crecimiento del PIB ni incluye -a la par de la eliminación del impuesto del 5% sobre la planilla para Fodesaf- otras medidas concretas y medibles para estimular el crecimiento del PIB. Se trata de lograr disminuir Deuda/PIB, y para hacerlo hay que considerar no solo el numerador, sino también el denominador; y 2.- el ajuste fiscal está recargado en impuestos, no da debida importancia a la reducción de la estructura gubernamental que genera el alto gasto, y deja de lado el cambio de algunos activos estatales que podría contribuir a mayor competencia, mejor uso de los recursos públicos y menor necesidad de impuestos. Por ello he señalado que este Plan no es eficiente ni equitativo, y que se podría en muy corto plazo volver a la grave situación fiscal actual. 

Los déficits sufridos y la deuda acumulada hasta 2019 se deben fundamentalmente al aumento de los gastos que se da a partir de 2009, pero la pandemia ha causado una caída muy significativa de los ingresos del gobierno que no se recuperará el año entrante. Esto justifica impuestos transitorios. Pero no la desproporción que presenta el Plan en cuanto a gasto en los siguientes 4 años, lo que no se compensa con el efecto de la regla fiscal que seguirá operando después de que se acaben las medidas transitorias del Plan, y tendrá creciente importancia para los gobiernos futuros, pues por un largo período la relación Deuda/PIB seguirá siendo mayor al 60%.

NO SE DEBE DEJAR EL SANTO EN LA OSCURIDAD.  En oposición al gobierno, algunos señalan que no debe haber ningún ajuste de impuestos, y entre ellos oigo voces extremas que ante el desbalance del Plan del gobierno afirman que basta con aprobar instrumentos para que la economía crezca más rápido.

Unos se olvidan de la necesidad de tomar en cuenta la evolución del denominador de Deuda/PIB. Otros se olvidan del crecimiento del numerador empujado por los déficits y por los crecientes intereses que el propio incremento de esa relación provoca por el aumento del riesgo país. El aumento del riesgo país puede hacer que la tasa de interés necesaria para colocar deuda pública llegue a niveles dantescos, que conviertan en poca cosa las tasas que la exministra Rocío Aguilar llamó obscenas. 

No he visto ningún cálculo que justifique la conclusión de que -prácticamente sin consolidación fiscal- se pueda domar el desequilibrio fiscal, y no parece que ese resultado sea alcanzable. 

No parece alcanzable por el muy alto nivel del déficit fiscal para este año que The Economist Intelligence Unit calcula en 10,3% del PIB y que para 2021 lo estima en 7,4%.  Claro que con mayor crecimiento económico el déficit del año entrante sería inferior. Pero siempre se agregaría al alto endeudamiento en que ya había incurrido el gobierno a finales de 2019 (58,5% del PIB) y para finales de este año el BCCR consideró que sobrepasará el 70% del PIB. Sin medidas de consolidación fiscal y aunque se lograse incrementar el crecimiento del PIB con las medidas de reactivación, sería un verdadero milagro lograrlo en una magnitud tan grande que permitan que el crecimiento en el denominador (el PIB) sobrepase el crecimiento del numerador (la deuda empujada por el déficit no controlado suficientemente).

Además, muy difícilmente se lograría incrementar la inversión para acelerar el crecimiento si el horizonte fiscal sigue nublado por muy oscuros nubarrones. La consolidación fiscal no solo es necesaria por si misma dado el grave desequilibrio fiscal que vivimos, sino que además es necesaria para que las expectativas de los agentes económicos permitan que se genere la reactivación. 

Sobre estos temas el gobierno y sus opositores deberían ofrecer sus estimaciones y los modelos con los cuales se construyen.

Ni solo consolidación fiscal, ni solo medidas de reactivación.

Miguel Angel Rodríguez

Ex Presidente de la República

Fecha de publicación: 29-Setiembre-2020

Fuente: diarioextra.com


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