Disyuntivas

Dr. Miguel Angel Rodr?guez Echeverr?a

Impulsada por el narcotr?fico la inseguridad de los ciudadanos ha venido agigant?ndose.

2017 fue el a?o con mayor cantidad ?y probablemente proporci?n? de homicidios dolosos de nuestra historia, y me temo que tambi?n en cuanto a otros delitos violentos contra la integridad y la propiedad de los habitantes de la Rep?blica, lo que se aclarar? cuando se cuente con la informaci?n respectiva.

Durante la d?cada de 1980 la tasa de homicidios dolosos por 100 mil habitantes se mantuvo entre 3,5 y 4,4 terminando en 1989 en 3,9. Esa era una tasa baja similar a las de Europa, Asia y Ocean?a. Pero ya en la ?ltima d?cada de ese siglo se pasa de 4,6 en 1990 a 6,4 en 1999. Ese ?ltimo a?o se revirti? la tendencia e inicia un leve descenso de los homicidios para llegar a 6,3 en 2002.

En ese momento, a?n est?bamos en un nivel cercano al promedio mundial de incidencia de homicidios, pero ya para 2008, solo seis a?os despu?s, la situaci?n hab?a cambiado tan dr?sticamente que nos hall?bamos con 11,6 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. ?Esta tasa creci? m?s de un 84% en solo seis a?os!

Esa tasa subi? hasta 12,4 en 2010, pero cay? en 2011, 2012 y 2013 para situarse en ese ?ltimo a?o en 8,7. Desdichadamente luego ha vuelto a ascender en 2014 a 10, en 2015 a 11,4 y en 2016 a 11,8. Ahora, repito, en 2017 tuvimos el m?s alto n?mero de la historia y probablemente tambi?n su mayor tasa en relaci?n a la poblaci?n.

En este periodo a partir del 2000 con tan escalofriante aumento de la criminalidad la tasa de encarcelamientos entre nosotros ha crecido exponencialmente, al contrario de lo que algunos afirman sin fundamento. En los dos periodos de disminuci?n de la tasa de homicidios aument? tambi?n la cantidad de polic?a preventiva.

El International Centre for Prison Studies de Kings College de Londres recopila y analiza informaci?n de la situaci?n de encarcelamiento en el mundo.

All? podemos ver que del a?o 2000 a 2015 el n?mero total de prisioneros creci? un 20% mientras la poblaci?n mundial aument? un 18%. Pero hay grandes diferencias regionales. En Am?rica el crecimiento del encarcelamiento en estos 15 a?os fue el doble, un 40%, y en Centroam?rica el cu?druple, un 80%. Pero en Costa Rica fue mucho mayor, 130%: casi siete veces la tasa de crecimiento de la poblaci?n recluida en el mundo.

Los datos de esta instituci?n nos se?alan que mientras en el a?o 2000 hab?a en las c?rceles costarricenses 177 presos por cada 100 mil habitantes (tasa de encarcelamiento), en 2015 est?bamos en 352, casi duplic?ndose la proporci?n de la poblaci?n en las c?rceles. Ese desmedido aumento de la proporci?n de habitantes en nuestro sistema penitenciario debe compararse con una tasa de encarcelamiento promedio en el mundo de solo 144 en 2015 (solo un 40% de la nuestra). Mientras en el a?o 2000 hab?a en Am?rica Latina y el Caribe 23 naciones con tasas de encarcelamiento mayores a la nuestra, ya en 2015 solo hay 12, la mayor?a de ellas en el Caribe con una larga tradici?n de pena de muerte y encarcelamiento.

Evidentemente seguir aumentando el encarcelamiento no es la soluci?n.

Mientras en Mesoam?rica la inseguridad se ha desencadenado, en el mundo desarrollado el crimen ha disminuido r?pidamente desde 1990. En Estados Unidos ha ca?do una tercera parte (en Nueva York dos terceras partes); en los pa?ses ricos del G7 a partir de 1995 el robo y los hurtos han disminuido en un 20%, los homicidios en una tercera parte y el robo de veh?culos en un 55%. En 2017 Nueva York hasta el 26 de diciembre solo hab?a habido 286 homicidios, comparado con 2.245 en 1990. Es decir ahora Nueva York tiene menos de la mitad de homicidios que Costa Rica, con casi el doble de los habitantes.

TheEconomist del 20 de julio de 2013 constataba que incluso en pa?ses en los cuales ha disminuido la proporci?n de personas encarceladas disminuye la delincuencia y conclu?a que "mejor polic?a es una mejor explicaci?n que prisiones m?s grandes: la posibilidad de ser capturado sin duda impide la delincuencia".

La experiencia local, as? como la de los pa?ses desarrollados, nos hace ver la ventaja de m?s polic?a, mejor preparada y equipada, amistosa con los vecinos y desplegada en los barrios y zonas con mayor delincuencia. Esas son acciones que debemos continuar y mejorar.

Adem?s, una buena reinserci?n en la sociedad de quienes terminan de cumplir sus penas, es de gran importancia para cumplir con la obligaci?n de procurar condiciones para que todas las personas puedan desarrollar adecuadamente sus potencialidades, y es conveniente esa preparaci?n de la persona privada de libertad para su vida al terminar la condena, porque por ese medio se disminuye la criminalidad y mejora la seguridad del resto de los ciudadanos. Es, pues, este un tema importante desde el punto de vista de seguridad p?blica. Los privados de libertad abandonar?n un d?a la prisi?n y su conducta afectar? la seguridad de los habitantes.

Para ello es conveniente ?seg?n resultados estad?sticos? identificar y focalizar los programas de rehabilitaci?n en las personas con mayores riesgos de volver a delinquir, seg?n su historia criminal, sus posibilidades de empleo y sus relaciones familiares. Y dedicar esfuerzos a mejorar sus habilidades cognitivas y de socializaci?n en la c?rcel, pero tambi?n darles apoyo y seguimiento al abandonar la prisi?n.

La tarea no es ni f?cil ni barata. Pero es necesaria y da grandes r?ditos.

Para mejorar la seguridad ciudadana no es respuesta solo criticar y proponer aumentar las penas. Muy poco se logra si no se cuenta con la polic?a capaz de evitar los delitos, y si no hay una buena pol?tica de rehabilitaci?n para evitar la reincidencia de quienes terminan sus penas de prisi?n.

Miguel Angel Rodr?guez

Ex Presidente de la Rep?blica

Fecha de publicaci?n: 2-Enero-2018

Fuente: larepublica.net


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