Alternativas

Miguel ?ngel Rodr?guez E.

El pasado 27 de junio, tuve el gusto de asistir a la Presentaci?n del Acuerdo Nacional entre Partidos Representados en la Asamblea Legislativa. Acept? la invitaci?n convencido -como siempre he estado- de que en la democracia alcanzar acuerdo es fundamental para el progreso. Lo hice para expresar mi sentido apoyo a esa valiosa iniciativa del diputado don Ott?n Sol?s y a su feliz ejecuci?n.

Durante la presentaci?n del Acuerdo Nacional, don Miguel Guti?rrez Saxe -uno de sus dos coordinadores-, se?al? que los acuerdos se hab?an logrado por mayor?a calificada de dos tercios.

Ese procedimiento se explica en la publicaci?n conjunta que el Sr. Guti?rrez Saxe realiz? con don Roberto Artavia, el otro coordinador de ese valioso Acuerdo Nacional.

Esto me pareci? incre?ble por el doble est?ndar para don Miguel que ello significa, tan impropio de la academia y de una participaci?n seria sobre un tema nacional. En el Acuerdo Nacional que ?l coordina, aprueba el uso de mecanismos de representatividad y acuerdos por mayor?a calificada para alcanzar acuerdos, y eso est? bien.

Pero si se usan esos mismos mecanismos en la Concertaci?n Nacional, eso est? mal. Esto ?ltimo es lo que el Sr. Guti?rrez Saxe ha venido se?alando con encono perseverante durante los ?ltimos 18 a?os. Su alegato contra la Concertaci?n Nacional se ha sustentado en que en unos pocos casos se adopt? por un consenso que no era unanimidad, sino dos tercios de los votos, lo que se calific? como alto grado de consenso.

En la Concertaci?n Nacional, participaron decenas de organizaciones representando diversos intereses de la sociedad civil, y era imposible pensar en que una sola tuviese poder de veto, de la misma manera como ello se evit? en el Acuerdo Nacional que ayud? a coordinar el Sr. Guti?rrez Saxe entre nueve partidos pol?ticos. Por eso ingenuamente cre? que con esta nueva posici?n de don Miguel se hab?a terminado su hep?tica actitud contra la Concertaci?n Nacional.

Pero solo unos pocos d?as despu?s escuch? a don Miguel Guti?rrez, en el programa de do?a Amelia Rueda, una vez m?s despotricando contra la Concertaci?n Nacional. Tendr? que aceptar que las reglas tienen diferente valoraci?n para el Sr. Guti?rrez Saxe cuando es ?l quien las aplica.

En mis participaciones pol?ticas en campa?as, en el gabinete de don Jos? Joaqu?n, como diputado y Presidente de la Asamblea Legislativa, siempre fue mi ambici?n colaborar con la ?soluci?n costarricense?: prever los problemas futuros, negociar soluciones entre los diversos actores y ejecutarlas con trasparencia, perseverancia y moderaci?n.

As? actu? tambi?n en la campa?a de 1998, a pesar de que cre?amos que ?bamos a triunfar por un gran margen, lo que al final no result? as?. Por eso, desde mediados de 1997, al estructurar la campa?a le dimos mucha relevancia a la Direcci?n Nacional de Sectoriales, para tratar de ir conformando acuerdos concretos con las diferentes representaciones de la sociedad respecto a las reformas que consideramos m?s profundas y necesarias.

Por eso desarrollamos un intenso proceso de an?lisis y retroalimentaci?n con m?s de una veintena de sectores espec?ficos, abarcando desde los ind?genas hasta el sector financiero, desde la seguridad ciudadana hasta la cultura, pasando por la situaci?n de las personas con discapacidad, la clase media, la infraestructura, la mujer y los educadores, entre otros. Se les convoc? para plantearles las propuestas de nuestro Programa de Gobierno, luego para o?r sus reacciones y, finalmente, para reaccionar a sus comentarios. Esta interacci?n no se dio solo con los sectores o personas afines al Partido o a su ideolog?a, por lo que fue un proceso totalmente incluyente.

La ?ltima actividad de este tipo se realiz? el 29 de enero de 1998, en el umbral mismo de las elecciones. Ese d?a dije a los representantes sindicales: "Impulsar una visi?n compartida de futuro, compartida por todos, construida por todos y disfrutada por todos ser? la base de nuestro accionar gubernamental (...) esa visi?n de futuro debe ser necesariamente el fruto de la concertaci?n y la unidad nacional. La concertaci?n no es solo el acuerdo entre partidos pol?ticos, aunque esto tambi?n es necesario. Es la armonizaci?n de los leg?timos intereses y derechos de todos los actores sociales".

Solo tres d?as despu?s de ese discurso, los costarricenses me concedieron el inmenso honor de elegirme Presidente. Y al d?a siguiente, el primer lunes de febrero, mi primer acto fue cumplir esas palabras al colocar una ofrenda ante el Monumento Nacional y anunciar la convocatoria al Proceso de Concertaci?n Nacional.

Ese fue el tema que trat? ese mismo d?a con los Expresidentes de la Rep?blica, al siguiente d?a con las c?maras empresariales y los sindicatos y luego con los rectores de las universidades p?blicas y con la Iglesia Cat?lica, que ya en su Carta de Adviento de 1997 hab?a llamado la atenci?n sobre su importancia.

Con el apoyo de muy distinguidas personalidades, la Comisi?n para la Concertaci?n Nacional present? su informe final el 27 de abril de 1998, por lo cual el 15 de junio de 1998 tuve ocasi?n de firmar el decreto ejecutivo que reglament? el Proceso de Concertaci?n Nacional y de instalar las distinguidas personalidades nacionales, de diversa extracci?n pol?tica y sectorial, que integraron la Mesa Coordinadora que, en adelante, tendr?a a su cargo la conducci?n del proceso. El pleno ser?a el Foro de Concertaci?n y adem?s habr?a una Junta de Mediadores, una Comisi?n de Verificaci?n de Acuerdos y una Secretar?a Ejecutiva. La gratitud del pa?s para todos estos participantes debe ser para siempre.

Menos de un mes despu?s, el 13 de julio de 1998, se instal? el Foro de Concertaci?n.

El Gobierno present? a la Concertaci?n diez temas y para cada uno cada se plante? un diagn?stico y posibles soluciones.

Manuel Barahona, Roberto Gallardo y Carlos Sojo, en el an?lisis que efectuaron para el BID en marzo de 1999: ?El Proceso de Concertaci?n Nacional en Costa Rica Balance y Perspectivas? concluyeron: ?es sin duda el intento m?s estructurado y sistem?tico realizado hasta la fecha en esta materia? Del balance de la primera experiencia se destaca la primac?a de los aspectos positivos sobre los negativos? la concertaci?n ha permitido impactar la agenda del debate nacional? diversos sectores encontraron espacio no solo de discusi?n con el Gobierno, sino de contacto con otros actores sociales? Un resultado sobresaliente fue la suscripci?n de m?s de 150 acuerdos por la v?a del consenso. El mecanismo funciona. Lo que se impone en adelante es una b?squeda conjunta de opciones que enriquezcan y corrijan la metodolog?a empleada y le otorguen car?cter permanente?.

Por todo lo logrado en la Concertaci?n Nacional, siempre me ha dolido la actitud tan negativa contra ella, que ha sostenido don Miguel Guti?rrez, con una perseverante virulencia. Pero m?s me inquieta ahora su poco respeto por las m?s elementales normas de correcci?n en el debate p?blico.