Discurso del Presidente de la República, Miguel Ángel Rodríguez, durante el informe de resultados del Plan de Solidaridad
28 de febrero de 2002
Muy buenos días.
No es por casualidad que hoy estamos aquí, en Los Guido. Quisimos venir a una zona de nuestra querida Costa Rica, donde pudiésemos hacer patente en las personas de carne y hueso los programas que los costarricenses llevamos adelante gracias a la solidaridad que está en el alma de los costarricenses. Como decía Lorena: Nada es posible en Costa Rica si no es porque los costarricenses tenemos la decisión de ayudarnos y apoyarnos los unos a los otros. Y si somos distintos de otros pueblos que viven en zonas muy cercanas, si tenemos unos niveles de salud, de educación, de bienestar en los hogares, de acceso a vivienda de acceso a electricidad y a agua potable, de tranquilidad y de seguridad muy distintos que los de otros países vecinos, es gracias a la fuerza de la solidaridad. No es de otro lado de donde surge esta diferencia.
Y por eso tenemos que ser responsables con esa fuerza de solidaridad. Los costarricenses tenemos que responder por el esfuerzo solidario que hace cada familia costarricense. Si hoy las personas adultas mayores pueden montarse a un bus en el Área Metropolitana sin pagar, y en largas distancias con descuentos importantes, eso es gracias a que los otros costarricenses que pagan por el bus, contribuyen a hacer eso posible. Si hoy el 78% de los jóvenes están en educación secundaria es porque hay un país que está dispuesto a pagar los impuestos para sostener un sistema de educación masivo. Si hoy hemos podido eliminar el faltante de 5.200 aulas que había cuando entramos al Gobierno, y ya de aquí en adelante los Gobiernos no van a tener que construir las 1.500 aulas por año como lo tuvimos que hacer nosotros para eliminar ese déficit, sino que con 400 o 500 que construyan con año se va a poder cumplir con la demanda adicional de los nuevos chiquitos que se unen a las clases, de las nuevas comunidades, del deterioro de las clases existentes; es porque los costarricenses solidariamente han puesto los recursos.
Si hoy prácticamente estamos en condiciones de eliminar la existencia de viejitos pobres que no tengan una pensión es porque los costarricenses solidariamente están dispuestos a poner una parte de sus recursos, con los descuentos que se hacen de las planillas para FODESAF, para pagar el sistema de pensiones. Si hoy estamos trabajando para que la gran mayoría de los asentamientos campesinos tengan agua potable, electricidad, calles, puentes y escuelas -pequeñitas obras, ninguna de las cuales es una gran inauguración, ninguna de las cuales es una primera página en los periódicos del país, ninguna de los cuales probablemente salga nunca en un programa de televisión, pero en lo cual estamos invirtiendo en este Gobierno 3.500 millones de colones-; si estamos haciendo eso es porque los costarricenses solidariamente están en disposición de hacerlo. Y esto es lo que hoy venimos a celebrar.
Pero esa plata que ponen los costarricenses, esa plata que nace de la solidaridad; porque nada de esto nace por que el Gobierno inventa plata, ni nada de esto nace de la cartera de doña Lorena, ni de mi billetera; esto nace de los impuestos que pagamos los costarricenses; de la solidaridad de todos los costarricenses, que es la única fuente real de recursos. Y si esta fuente existe, pues tenemos que ser muy responsables con esos recursos.
Entonces nos propusimos hacer una cosa muy distinta en este Gobierno: y desde el primer año no preparamos para que en el año 99 presentáramos por primera vez, en una reunión como esta, nuestros compromisos del Plan de Solidaridad. Cuántos bonos para vivienda, cuántas becas para estudiantes, cuántos bonos para la educación, cuántos niños con acceso a comedores escolares, cuántas comunidades rurales con acueductos, cuántos viejitos más con pensión, cuántas niñas adolescentes con ayuda en el proceso de ser madres, cuántas mujeres con ayuda para el trabajo, cuántas personas capacitándose para poder tener maneras mejores de salir adelante. Para cada año hemos planteado metas medibles y las hemos hecho públicas. No es que nos fijamos unas metas y nos las dejamos para nosotros. Nos comprometimos con ellas y las hemos hecho públicas y cada año hemos venido donde los costarricenses para mostrarles el resultado.
Y a decir "miren: en esto no lo logramos. Aquí queríamos hacer cinco mil y solo hicimos cuatro mil. Y en esto íbamos a hacer seis mil y vean qué dicha, hicimos seis mil quinientos". Dar los datos del éxito y la información sobre en lo que no tuvimos éxito. Y lo hemos venido dando a Costa Rica año tras año. Hoy es la última oportunidad que Lorena y yo tenemos de venir en este Gobierno a darle las gracias a los costarricenses por habernos permitido encausar este sentido de solidaridad. De habernos permitido ayudar a que la fuerza de la solidaridad costarricense se refleje en el bienestar de muchachas adolescentes, de personas adultas mayores, de campesinos, de madres solas, de familias sin techo.
Y yo quiero hacer entrega hoy, de una manera muy especial, del informe de este año. Y se lo voy a entregar en primer lugar a Lorena, porque ciertamente ella ha sido una fuerza muy, muy especial en hacer que durante estos cuatro años hayamos podido atender todos estos programas. Ha estado permanentemente ahí, trabajando muchísimas horas al día. Nadie le paga nada por que trabaje y porque trabaja a veces hasta se gana que algún malcriado salga a criticarla. Pero le ha dedicado todo su esfuerzo y ha tenido un enorme éxito. Se ha rodeado de gente trabajadora y ha logrado en el campo de las enfermedades de las mujeres, en el campo de la atención a los y las adolescentes, en el campo del adulto mayor, en el campo de las personas con discapacidad un extraordinario éxito en sus programas. De manera que con mi profunda gratitud le entrego a ella el resultado del trabajo del año pasado.
Y ahora me voy a permitir entregarle no a mis amigos muy queridos, para los cuales voy a tener las últimas palabras de esta intervención mía hoy, que me han ayudado dirigiendo los programas. No a ellos les voy a entregar el resultado que ellos conocen de lo que han hecho, sino a los representantes de las personas que, gracias a estos programas, cuentan con un aliciente, con una vida mejor. Y claro que para todos nosotros la juventud representa esa fuerza vital extraordinaria que va construyendo el futuro. Quiero entregarle a Melissa el informe donde está ella, con su chiquito, y nos cuenta de su experiencia. Gracias Melissa.
La sabiduría desde hace tiempo sabemos que está basada en la experiencia. Los humanos somos ignorantes. Los humanos no nacemos llenos de sabiduría, sino que con la vida vamos acumulando experiencia. Y la experiencia tampoco nos la dan con una cucharadita o con una clase, es el transcurso de la vida lo que nos va acumulando la experiencia. Vamos aprendiendo poco a poco y esa experiencia y esos valores luego se la dejamos a los que vienen detrás y yo quiero también dar las gracias de todo corazón por sus palabras tan llenas de afecto y de corazón al querido con Claudio Garbanzo y entregarle a él también el testimonio que él nos da sobre su trabajo y su dedicación de vida.
La fuerza de este país ha estado y está en hombres y mujeres que en la dura brega del campo hacen posible sacarle a la tierra sus frutos y construir, con gran esfuerzo, sudor, dedicación, con mucho conocimiento e inteligencia, un mejor futuro gracias al trabajo agrícola. Yo quiero, con muchísimo respeto y muchísimo cariño a todos los agricultores y agricultoras de Costa Rica, entregarle también este reporte a don Belén y agradecerle muchísimo a todos los costarricenses que, de una u otra manera, nos han enseñado el valor del coraje, de la dedicación, del trabajo y del trabajo en familia. Que Dios los bendiga.
No te sacaron a vos en la foto, de la gente de "Eliminando la Exclusión y Creando Valor", pero también tengo un informe para ustedes.
Y ahora, por su puesto, se les repartirá a los amigos de la prensa este reporte, donde vienen los datos relacionados a los programas. Los datos fríos de cuáles eran las metas para el año pasado, qué fue lo que se obtuvo y cuáles son las metas para este año. Que podamos seguir teniendo unos programas sobre los cuales rendir cuentas, en los cuales nos fijemos metas, en los cuales coordinemos el trabajo de las instituciones, en los cuales especialicemos a las instituciones en su trabajo y en los cuales, a través del SIPO, podamos de verdad dirigir los recursos a las personas que más los merecen y los necesitan. Y tratemos de trabajar como nos lo decía el señor Ministro de Trabajo, haciendo que los recursos se utilicen para construir desarrollo humano, para construir potencial, capacidad en las personas para que puedan salir adelante, que es la verdadera manera de enfrentar la pobreza.
Déjenme contar un poquitito e algunos de estos programas y cómo ellos han afectado también aquí, a Los Guidos.
Cuando nosotros entramos al Gobierno nos encontramos que había dos áreas de grandes huecos en el apoyo social. Una era el programa para chiquitos de cero a cinco años y la gente puede decir: ¿pero por qué preocuparse de los chiquitos de esa edad, si uno se tiene que preocupar con ellos cuando entren a la escuela, para que aprendan? Pues resulta que los niños, cuando están más chiquiticos, es cuando desarrollan la inteligencia y cuando desarrollan la capacidad de relacionarse con las demás personas. Un chiquito chiquitico que lo dejan metido en la cuna todo el día, que nadie le habla y nadie juega con él, desarrolla mucha menos inteligencia y desarrolla mucha menos capacidad de convivir con los demás en paz y para trabajar con los demás. Entonces esa persona, cuando llega a la escuela o al colegio, y llega a trabajar va a poder tener menos posibilidades de éxito.
En cambio un chiquito que los papás y la hermana jueguen con él, le leen un cuento en la noche, lo acarician, se acercan a él, comparten, juegan con una bola, juegan con un cartón o cualquier cosa, ese chiquito va a tener una posibilidad de desarrollarse mucho mayor. Pero una muchacha que trabajaba en la casa de mis papás siempre decía: "el que no sabe es como el que no ve". Si uno so sabe, como puede influenciar eso. Qué culpa tiene una mamá que vive en pobreza, en condiciones dificilísimas, en una casa muy mala, pensando cómo va a conseguir el alimento, y deja al chiquito ahí, lo más quieto posible, para poder hacer las otras cosas.
Entonces era muy importante poder desarrollar ese programa. Ese es uno de los éxitos importante de este Gobierno. El programa De la Mano. En este programa hemos logrado muchas cosas. Hemos logrado campañas masivas, que han llegado a más de cien mil hogares. Pero además, el aumento que se dio en los CEN CINAI, que atendieron a 18.657 beneficiarios (113% de la meta), mientras que en 1998 fueron beneficiados 10642 menores, con lo cual estamos logrando 80% más de cobertura en este servicio, que favorece el crecimiento físico y desarrollo de las potencialidades psicomotoras de los niños.
Y además, cuando entramos al Gobierno, teníamos como un 65% de cobertura en preescolar. El año pasado llegamos a un 86%. Y no teníamos ni un chiquito en preinfantil: los de cuatro a cinco años y medio. Ahora el 20% de la población costarricense tiene acceso a preinfantil. O sea, que uno de cada cinco chiquitos está entrando a un segundo año antes de primer grado, con lo cual va a estarse capacitando, estimulando y desarrollando de una mejor manera para cuando entre a kinder. Estos son resultados de los que tenemos que sentirnos contentos.
Pero también nos tenemos que sentir contentos que en este mismo proceso se ha aumentado la ayuda en alimentos para los niños. En comidas servidas tuvimos 34451 beneficiarios ( un 98% de la meta) que recibieron desayuno, almuerzo y merienda. Es decir, que desde 1997 aumentamos la cobertura 28.3%. Eso es un aumento muy grandote. Quiere decir que por cada cuatro que había antes, ahora hay cinco que están teniendo el beneficio de ese programa.
Distribución de paquetes de leche por mes. Se dio a 83968 beneficiarios el año pasado, para un aumento de 60% con respecto a 1998. Este resultado supera la meta del 112%. Si antes había dos, ahora tenemos tres a los que les llegó paquetes de leche.
Distribución de alimentos. Tuvimos beneficiadas 6261 familias con niños menores de 7 años con desnutrición y que viven lejos del CEN CINAI. Recibieron paquetes de alimentos con alto valor calórico y nutritivo, mientras que en 1998 se beneficiaron sólo a 3428 familias. El aumento de la cobertura fue de 82% con respecto a 1998. El cumplimiento de la meta fue de 114%. Eso es que casi por cada uno que había, ahora hay dos que están recibiendo ese apoyo.
Y eso quiere decir que se tuvo que meter mucha más plata a esos programas. Figúrense ustedes que el presupuesto en el año 98 fue de unos 2216 millones ; mientras que el de este año es de unos 5800 millones. Mucho más que el doble.
Para esta comunidad de Los Guido, la meta es atender este año a 323 niños como parte de los programas del CEN CINAI: 300 en el programa de leche en polvo, 16 en atención integral y 7 en el distribución de alimentos para sus familias
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Y la gente con razón dice que tenemos que dedicarle más recursos al PANI. Claro, todos quisiéramos darle más plata a todo. Pero yo quiero contarles qué es lo que ha pasado con la plata de la institución. En el año 1997 tenía 2222 millones. El año pasado tuvo 5081 millones. O sea que se duplicó por dos veces y media. Y para este año tiene 6700 millones: más de tres veces más de lo que tenía cuando entramos al Gobierno. Eso es porque hemos estado poniendo los recursos para poder brindar esa atención.
Este programa DETENER LA EXCLUSIÓN, CREAR VALOR, que se lleva a cabo aquí, en Los Guido y en Cot de Oreamuno, como un programa muy especial de apoyo a muchachos en condiciones de riesgo para que puedan formarse, tener cada vez más capacitación, más autoestima, superarse y darles un buen trabajo, es un programa especialmente importante. Está atendiendo aquí, en Los Guido, a 450 adolescentes y ya oímos la explicación que Ronald nos estaba dando sobre ese programa.
En educación. En 1997 había 11768 becas en Costa Rica. El año pasado 42535 becas. Pasamos la meta en un 3%. El 63% para secundaria, donde en sétimo y noveno año se dan mayores problemas de deserción. Entonces, al tener una beca, ya tiene el interés él y su familia, de mantenerse en el colegio. Y esas becas eran en promedio de 22.000 colones en el año 97. Ahora, el año pasado, fueron en promedio del orden de 66.000 colones. Como ustedes pueden ver hemos multiplicado por cuatro el número de becas y hemos multiplicado por tres su valor. Hemos multiplicado por doce ese programa.
Además no habían Bonos de educación. Y nosotros pusimos estos bonos y estamos dando cien mil bonos el año pasado. Aunque sólo 98.955 (99% de la meta) se hicieron efectivos, porque alguno se mandan y después no los ejecutan. Y entonces al final aparecieron unos mil menos.
Comedores escolares. En el año 2001 se beneficiaron en promedio por mes 470,000 niños y niñas. Para el año 2002 hubo un crecimiento y el objetivo es pasar de 470,000 a 489,000. Este año 3747 niños y niñas de Los Guido se alimentarán en los comedores escolares, con una inversión mensual de 5.3 millones de colones.
Construcción de aulas en todo el país: 5317 hasta el año pasado y 767 en proceso de construcción en la actualidad. Hemos eliminado el déficit de las 5200 aulas, como les decía antes y ahora simplemente quedamos con las que hay que construir por año. Aquí, en Los Guido, se construyó el Liceo José Albertazzi, de 18 aulas, con una inversión de 90 millones. Se dieron además 10 millones para la construcción de 4 aulas en San Miguel, que atiende población de Los Guido.
El Programa Superémonos: ayuda económica para que familias más vulnerables mantengan a sus hijos e hijas en el sistema educativo. En esta comunidad, 191 familias recibieron esta ayuda el año pasado. Y durante los años 2000 y 2001, 24739 familias recibieron este cupón solidario bajo el compromiso de que sus hijos no abandonarán sus estudios.
MUJERES. Todos sabemos que una alta proporción de la pobreza está en las mujeres. Es más la cantidad de mujeres pobres que la de hombres y es importante entonces dirigir muchos programas a las mujeres también en este campo. Así como hay que dirigirlos en el campo de empoderarlas, de darles capacitación y darles posiciones, es muy importante ayudar a que las mujeres en condición de pobreza reciban apoyo para autoestima, para capacitarse, para poder salir con su fuerza de la pobreza.
Creciendo Juntas, para atender mujeres pobres y marginadas. En el 2001: 5779 beneficiarias (Se alcanzó el 116% de la meta). Y está la meta para el 2002 de 5000. Aquí, en Los Guido, el año pasado el IMAS brindó ayudas de este tipo a 120 mujeres en condiciones de pobreza.
Construyendo Oportunidades atiende a adolescentes madres a través de talleres de formación humana, capacitación y brinda un subsidio temporal que les facilita su permanencia en los programas. En el año 2001 tuvo a 4.825 beneficiarias (117% de la meta). La meta para el 2002 es de 4000. El año pasado tuvimos 251 beneficiarias de Los Guido, para que al tener su bebito contaran con mayores recursos, con mayor capacitación y pudieran atender adecuadamente a sus hijos.
El Programa de Hogares Comunitarios atendió el año pasado a 7360 niñas y niños, contra sólo 1323 en 1998, un incremento en la cobertura de 456%. El cumplimiento de la meta fue de 98%. El año pasado, 93 niños y niñas de Los Guido se beneficiaron de este programa.
Con el Programa Apoyo a Familias en Desventaja Social en el año 2001 tuvimos 24264 familias que recibieron apoyo por una situación económica pasajera difícil. 196 familias de Los Guido .
Antes de 1998 sólo el 51% de las pensiones eran asignadas a adultos mayores en pobreza. Y aún dentro de ese 51% había muchos que estaban ahí colados, que se habían colado porque eran amigos de alguien que las repartía. Entonces cambiamos la cosa, comenzamos a dirigir los recursos hacia los adultos mayores en condición de pobreza y a hacer el SIPO, el estudio para cada caso, con un apoyo que desarrolló el IMAS con el apoyo de las universidades estatales, para llevarlo adelante masivamente.
En 1997, 30,785 adultos mayores tenían de estas pensiones; ahora: 54,875. Un aumento de casi el 80% de cobertura a favor de esa población. Y ahora de verdad los viejitos en condición de pobreza de todo el país, lo que es una ventaja doble que estamos teniendo. Este año, con cinco mil pensiones más, prácticamente vamos a llegara universalizar este programa. Ya cuesta encontrarlos. Al inicio era muy fácil hacerlo, pero ahora ya cuesta, porque prácticamente todos están cubiertos. Y no sólo eso. La pensión en el año 98 era de 7.500 colones. Ahora, la pensión, con el aumento que ya está decretado para abril de este año, estará en 13.300 colones.
Los recursos girados a favor de centros de atención para personas mayores por medio de FODESAF también aumentaron, pasando de 449 millones en el 2001, a 489 millones este año. Y además de eso 1.200 millones de la Ley de impuestos a cigarrillos y licores, y además de los recursos que ha girado la Junta de Protección Social de San José para este caso.
Y todos estamos felices en los programas para las zonas rurales. Y, aunque no hay ejemplos de estos aquí, en Los Guido, incluso vino un campesino para contarlos cómo ha mejorado su situación. Los programas para mejorar la dotación de los asentamientos campesinos. 2000 millones en el 2001; 1000 millones en el 2002. Beneficiarios: 14951 familias. 200 asentamientos campesino en cantones cuyos índices de desarrollo social son inferiores a la media. Esas eran de las zonas más pobres de Costa Rica, en lugares que el Estado había dado, viviendo las familias en las condiciones más tristes de pobreza del país. Sin agua, sin electricidad, sin caminos, sin escuelas, en condiciones realmente muy pobres. Y esto es una gran obra que se ha venido haciendo con este programa de desarrollo rural. 76 kms de servicios de electrificación, 118 kms de sistemas de abastecimiento de agua potable, mejoras en 156 kms de caminos rurales y 11 puentes son algunos de los ejemplos de este extraordinario programa del IDA.
Y el AYA nos ha ayudado también a través de estos años con suministro de agua potable a comunidades rurales, bajo modalidad de ayuda comunal. 130 acueductos rurales hemos construido en este Gobierno, 25 en el 2001. Y hay más 164 acueductos rurales en proceso.
Por cierto que aquí, en Los Guido y San Miguel, el AyA en conjunto con el Banco Mundial están ejecutando en tres etapas el proyecto de alcantarillado de estas comunidades, que fue un compromiso muy importante de muchos cientos de millones de colones.
La primera etapa se adjudicó por 500 millones, financiada en conjunto por el Banco Mundial y AYA. En estos momentos se lleva un 85% de avance que ha incluido en el caso de San Miguel la colocación de la tubería de la calle principal con sus respectivos ramales y conexiones. En el caso de Los Guido, ha incluido un porcentaje muy alto de las redes de alcantarillado sanitario. En un mes se concluye esta primera etapa.
La segunda etapa va a incluir los alcantarillados de algunos sectores no contemplados en la primera, una estación de bombeo de aguas negras y la tubería de la calle principal de Los Guido. Ya se está preparando todos los documentos de la licitación.
La tercera etapa, que es muy cara, consistirá de la construcción del colector principal que llevará las aguas desde ambas comunidades hasta el colector Tiribí con un costo estimado de 1700 millones. Y esto viene a mejorar considerablemente las condiciones urbanas de toda esta zona de Los Guido.
Y el trabajo para el desarrollo de las comunidades, con el Triángulo de Solidaridad, en procura de una mejor calidad de vida de las comunidades más pobres. Este programa ha cubierto el 70% del territorio nacional, el 40% de la población ubicado en los distritos de los cantones más pobres. De manera que se ha ido a trabajar a las zonas más pobres de Costa Rica. Se han terminado 957 obras de ese programa, con lo cual hemos dotado de escuelas, de vivienda, de EBAIS, de caminos, de puentes, de proyectos productivos para mujeres y para campesinos, de todo tipo de cosas, que han sido un éxito extraordinario gracias a la participación de todos.
Bueno. La verdad que yo no puedo negarles que me siento profundamente contento de lo que hemos logrado hacer en esto. Claro que quedan muchísimas necesidades. Claro que hay que mejorar mucho más los programas. Hemos dejado una ley en la Asamblea legislativa para tratar que estas mejoras que hemos hecho en como operan los programas se puedan mantener en el futuro, pero se necesita mucho más por hacer.
Tenemos hacia el futuro enormes posibilidades de mejorar todo esto mucho. Por ejemplo: yo venía conversando de eso con Lorena ahora que veníamos para acá. Conforme el país ya llenándose de los EBAIS y va llenándose de los especialistas que trabajan en los EBAIS en atención primaria de salud y se va llenando de trabajadores sociales, vamos a poder llegar mucho más directamente, mucho más cercanamente; no con veinte unidades o con cuarenta unidades, sino con mil o mil quinientas unidades distribuidas por todo el país, a estar más cerca de las familias más pobres. Para ayudar a estas familias a hacer sus trámites. Parte de los problemas más serios que estamos teniendo es cómo hacer para que los más pobres de los pobres se beneficien, porque los más pobres de los pobres con los que están más alejados, los que tienen menos cultura, los que tienen menos conocimientos, los que no pueden llenar los papeles o ir a las instituciones, y los que a veces se nos quedan relegados. Tenemos que ir a ayudarlos directamente, personalmente, para que puedan presentarse en los programas de educación, de salud, de trabajo, de capacitación.
Y ahí hay que cambiar la mentalidad. No hay que esperar a que vengan a pedir. Hay que irlos a buscar, localizarlos y sacarlos de ahí y crear una gran estructura social que lo que haga sea vigilar cómo se maneja todo esto, para que se maneje bien. Que no haya desvíos, ni sea manejado politiqueramente, para que los recursos no vayan a los que no les corresponden.
Son esas cosas las que tenemos por delante por construir los costarricenses, por construir dando el ejemplo al mundo de cómo se pueden manejar los programas. Porque eso es inventar. Tenemos que inventar mejores maneras de hacer las cosas, como lo hemos hecho con la paternidad responsable, donde hemos inventado una nueva legislación que no existe en ningún otro país, con la cual estamos ayudando a que los chiquitos cuenten con el derecho de que su papá tengan que responder por ellos. Y que esa sea una realidad. Y que su mamá pueda inscribir y decir quién es el papá del niño, sin que el papá tenga que estar de acuerdo. Y si no está de acuerdo puede hacerse el examen de ADN, que para eso ya están los técnicos, que nos permiten someterlo. Y si no quiere que le inscriban chiquitos a su nombre, pues que no los tenga. Esa es la única solución. El que va a tener chiquitos tiene que responder por ellos.
Si hemos cambiado la manera de hacer las cosas en el país en esa materia, tenemos que cambiarla en el manejo de estos programas. Y como les dije en este último informe al país que me toca hacer sobre el Programa de Solidaridad, yo quería terminar con una cosa muy especial. Quería terminar dándole las gracias a los hombres y las mujeres que me ayudaron a hacer esto. Gente dedicada, funcionarios públicos de primera. Gente con capacidad, gente con entrega, gente con coraje, gente a la cual fácilmente se le critica, de la cual fácilmente se habla mal, pero... ¡qué difícil es estar en una posición en la cual uno tiene la presión de enfrentarse todos los días con la pobreza, con el dolor. De ver cómo trata de ayudar y saber que los recursos siempre son limitados, que no siempre se pueden dar y que además hay veces en las que gente lo está engañando a uno y uno no sabe cuál es el que lo está engañando y tiene que estudiar los casos! Porque así como llega la gente que de verdad tiene necesidad, llegan otros que son por sinvergüenzada, para sacar plata. Y otros que se acostumbraron a vivir de regalado y gratis, y que no ponen de su parte, con los cuales tampoco se pueden tener contemplaciones.
Y todo esto obliga a esas personas a vivir en condiciones muy difíciles, asediados por el dolor, asediados por las difíciles circunstancias, asediados por la angustia y tratando de ver como cumplen con sus tareas. Sabiendo que no somos sabios y que no podemos saber todas las cosas. Que siempre tenemos capacidad de equivocarnos y que si uno mete la pata le va a costar muy caro. Pero que tiene que actuar para ayudar a la gente.
Mi gratitud profunda en el Ministerio de Trabajo y en FODESAF, en el IMAS, en el IDA, en el Ministerio de Salud, en el Ministerio de Educación, en el Triángulo de la Solidaridad, en Acueductos y Alcantarillados, en las Instituciones de Vivienda, en las fundaciones que colaboran con nosotros en todo esto, en el voluntariado maravilloso que lleva adelante muchos de los programas y a los cuales se les pasan los recursos en el campo de la niñez, de la tercera edad, de discapacidad; al PANI, a la Caja Costarricense de Seguro Social, a la Oficina de la Primera Dama, al Fondo Nacional de Becas, a la Junta de Protección Social, al Movimiento de Juventudes, a todas las instituciones... Muchísimas gracias a todos, porque han hecho un gran esfuerzo y la verdad es que hay que reconocer que mejoramos profundamente esto.
Ustedes se acuerdan que cuando entramos al Gobierno con problemas de corrupción en Asignaciones Familiares, con las instituciones moralmente en el suelo, con problemas en el sector de vivienda... pero hemos logrado, después de cuatro años, dejar un sector social costarricense estimado, haciendo las cosas mucho mejor, con un espíritu de superación y con grandes éxitos.
Muchísimas gracias a todas las personas de las instituciones que me ayudaron en estos cuatro años a cumplir con estos objetivos. Que Dios los bendiga a todos!