Discurso del Presidente de la República, Miguel Ángel Rodríguez durante la presentación de logros del Plan De Solidaridad.
22 De Febrero, 2001.
Señores Ministro de Trabajo, Seguridad Social, Señor Ministro de Salud, señor Vceministro de Justicia, señora Presidenta del Patronato Nacional de la Infancia, señor Presidente del Consejo Nacional de Producción. Amigas y amigos de la prensa, niñitas y niñitos, queridas señoras y señores, funcionarias y funcionarios de de este centro de prestaciones sociales. Queridas amigas y amigos.
En primer lugar una palabra de gratitud para la niña que preparó y capacitó a estos niñitos para que nos obsequiaran con su baile y con su recitación. Esto es exactamente lo que queremos, eso es lo que queremos en este programa De La Mano.
La atención a nuestros pequeñitos, porque esa atención a nuestros pequeñitos, ese aprenderse esos versos, ese aprenderse ese ritmo, ese estar cuidados y atendidos,les desarrolla la inteligencia y les desarrolla la capacidad de convivir con los demás y los prepara para salir de cualquier situación de pobreza, porque les hace personas con mayor facilidad para su porpio desarrollo.
Hay una enorme diferencia entre un niñito y una niñita que en su primera edad pasa sus días sin mayor estímulo y luego llega al kinder y después llega a la primaria y ahí el ritmo de la educación no le resuelve lo que perdió en los primeros cinco años de vida.
Por eso este programa de los CENCINAI, un programa de tanta importancia,por eso le damos tanta trascendencia a los hogares comunitarios, a los hogares de medio tiempo, a los CENCINAI, por eso la alegría que tenemos del incremento que hemos tenido en el número de niños siendo atendidos por los CENCINAI, durante el año pasado.
Por eso la alegría que nos dan los programas de comunicación que por los medios masivos hemos estado pasando a los hogares costarricenses, para que los padres,las madres y las abuelas, los tíos y los hermanos, todos tomemos conciencia de la importancia de estimular adecuadamente a las niñitas y a los niñitos.
Hacia esta primera reflexión, porque esta reflexión sale de lo que estamos viviendo. Enseñarle a estos chiquitos esa poesía no es fácil, es una poesía muy larga. Concentrar su atención por un largo rato para que ellos se vayan acordando de los versos que vienen uno después de otro a esta edad no es fácil, requiere un gran esfuerzo, un esfuerzo que produce resultados.
El resultado no es que se sepan la poesía, el resultado es que desarrollaron su mente, el resultado es que aprendieron a aprender, el resultado es que estimularon la memoria,el resultado es que tienen más capacidad que si no estuvieran teniendo ese tipo de estímulos. Y esto nos tiene que llenar de alegría.
Este program a De La Mano fue un programa nuevo del año 2000 y por eso me siento tan contento de que ese programa venga a colaborar con instituciones que vienen del pasado,como los CENCINAI, que vienen haciendo un gran papel en Costa Rica desde el pasado, pero que necesitamos estimular y sacarle más el jugo y obtener que más niños puedan obtener las ventajas de esos programas.
Y eso es lo que hacen los programas buenos. No es destruir lo que existía, es contruir sobre lo que existía para crear cosas mejores hacia adelante,partiendo de lo que tenemos y mejorar lo que tenemos.
Y es muy importante de verdad comprometernos en ese trabajo,porque ciertamente pocas tareas más importantes tenemos los costarricenses comparado conla tarea de enfrentar la pobreza.
Yo he dicho por muchos años que la pobreza es una lágrima en el rostro de la Patria, es una lágrima que producen el dolor, la conjoga, la incertidumbre, la falta de lo más esencial, la falta de protección y abrigo, la falta de alimento, la enfermedad y la pobreza.
Ese sufrimiento, esa desesperanza, que produce la lágrima de la pobreza, no ocurre allá en otros lugares,ocurre en nuestros vecindarios. La gente y las familias pobres conviven con nosotros, estamos todo el día con ellas. Una de cada cinco familias costarricenses viven en condiciones de pobreza, una de cada cinco, y esto es mucho, esto es mucho y estos son muchos costarricenses afectados por esta grave circunstancia.
Pero esta pobreza que afecta a una de cada cinco familias es falso que afecte al 20% de la población, afecta al 100% de la población costarricense, porque el otro 80% de las familias costarricenses tenemos que sentir como nuestra esa pobreza.
Que la solidaridad humana, la fraternidad, no soblega a sentir la pobreza de los demás como pobreza propia y por eso es tan importante la respuesta a esa pregunta que nos planteó don Bernardo, de cómo enfrentar la pobreza, de como contribuir a resolver la pobreza.
En estos tres años hemos aprendido muchas cosas y yo quisiera compartir con todos ustedes. Hemos aprendido en primer lugar, que los temas de pobreza son temas difíciles de administrar y que requieren muy buena administración para manejarlos bien, que no se trata de que son temas en que simplemente alguien porque es bueno,porque tiene un buen corazón, sirve para manejarlo, porque necesitamos hacerlo bien, necesitamos que cada colón destinado a los programas de pobreza de verdad lleguen a las personas que más lo necesitan.
Y hemos aprendido que para manejar la pobreza, tenemos que hacer de cada persona y de cada familia, el centro del programa de pobreza, el programa de pobreza no es un programa diferente que el programa de las familias y las personas que viven en las condiciones de pobreza y que por eso tenemos que tener una gran objetividad en determinar a las familias pobres y de llegar de verdad a yudar a las familias pobres.
Que la mayor enemistad, el mayor enemigo que han tenido los programas de pobreza en Costa Rica en las décadas pasadas ha sido que la plata para los pobres se ha ido para otros que no son pobres, se ha ido para los amigos políticos, se ha ido para los parientes, se ha ido para los que pegan más gritos, se ha ido para los que más demandan y no para los más pobres.
Y se los pongo con un ejemplo. Cuando llegamos al Gobierno había 60 mil pensiones del Régimen No Contributivo, en Costa Rica no hay 60 mil personas mayores de 65 años en pobreza, hay menos. O sea, que deberíamos de haber tenido capacidad con esas 60 mil pensiones y que todos los viejitos pobres tuvieran una pensión; sin embargo, estimamos entre 25 y un poco más de miles de personas que están en pobreza y no tenían pensión, o sea, la mitad o un poco más de la mitad de las pensiones para las personas pobres no estaban yendo a las personas pobres.
Desde entonces, hemos venido haciendo los cambios. Un cambio fundamental fue el que planteamos la semana pasada y lo dimos a conocer a los medios de comunicación sobre el programa SIPO, el sistema de identificación de la población objetivo, donde hoy día tenemos 800 mil costarricenses en condición de pobreza identificados, las familias que están en pobreza donde entonces podemos ver que los programas sociales vayab directamente a estas personas a beneficiarlas.
Pero además de esto, además de que los programas tienen que ir a las personas pobres, porque si no llegan para las personas pobres, como van a servirles a las personas pobres; además de eso, tenemos que hacer que cada colón se maneje de la mejor manera posible, que hayan objetivos muy claros, que se sepan cuales son los objetivos que tenemos en cada programa, en los programas para los niños, en los programas para los adolescentes, en los programas para las mujeres en condición de pobreza, en los programas para personas con discapacidad en condición de pobreza, en los programas para los adultos mayores en condición de pobreza, en los programas para las personas sin empleo en condición de pobreza, en los programas para los grupos campesinos en condición de pobreza.
Que en cada uno de esos programas tengamos muy claro como vamos a emplear los recursos para que esos lleguen directamente a ellos, y una manera muy especial de hacer eso, la primera es tener claro que son los objetivos, a cuantas personas, a cuantas muchachas madres adolescentes les vamos a llegar con un programa para ayudarlas por ejemplo a esas madres adolescentes a que puedan tener educación, a que tengan su niñito o su niñita, lo puedan atender y alimentar, pero no interrumpar su proceso de formación y educación, sino que sigan educándose y que tengan una ayuda económica para que salgan adelante, que tengan un apoyo en sí mismas, en un momento difícil, porque es una persona muy joven, que no está en la mejor condición para tener un hijo, que tengan ese apoyo, que si sus familias no les da el apoyo, la sociedad les da el apoyo, y ojalá que la sociedad logre que la familia entienda que debe también darle el apoyo y que esa chiquita pueda seguir con su proceso de formación.
Porque esa mamá formada y ayudada con unos recursos para sostener a su niño es una mamá que va a poder ser mejor madre en el futuro y va a poder sacar a ese niño de la pobreza. Esa mamá se queda sin ningún apoyo y lo que va a seguir teniendo es más chiquitos y más chiquitos viendo a ver quien la acompaña en un rato o en otro y al final se queda con la marimbita en la mayor de las pobrezas y aquellos chiquitos no tienen ni estímulo, ni capacidad para salir adelante bien. Y aquella pobre mujer va a tener una vida de sufrimiento y de dificultades.
Entonces hay que enfrentar ese programa y había que arman esos programas que no existían y llegarle a esas madres adolescentes.
Por eso nos sentimos tan contentos en casos como el de Carolina Carballo, una joven de 18 años, vecina de Palmares, tiene un bebito de año y medio. Y Carolina describe con palabras muy llenas de emoción, el programa construyendo oportunidades diciendo que es lo mejor que le puede haber pasado en su circunstancia para salir adelante con la maternidad. Como ella 6416 muchachas más tuvieron apoyo el año pasado en las condiciones de ser madres adolescentes.
Además, trabajamos con el programa de Amor Joven para crear los medios de educación en la sexualidad, para que las muchachas y muchachos puedan conocer como manejar su sexualidad, con la información de familia, con la información ética, con la información de valores morales, con la información también de los temas sexuales indispensables, para que la gente pueda tomar decisiones adecuadas, para que las muchachas y muchachos puedan hacer uso de su extraordinaria capacidad de desarrollarse y de promover el amor en la familia y los valores.
Muy importante también, el programa para las mujeres en condición de pobreza, mujeres en condición de pobreza que lo que necesitan es capacitarse para tener oportunidades para salir de la pobreza. Todo lo hemos dicho un viejo dicho chino que todos hemos repetido muchas veces la vida, que mejor que le den a uno un pedazo de pescado es que le enseñen a pescar, pero también a veces uno necesita también que le den de comer mientras pesca, porque si no se muere de hambre mientras pesca.
Entonces necesitan ayuda y necesitan que las enseñen. Necesitan la ayuda a cambio de la capacitación y realmente son programas en los cuales nos sentimos muy contentos de lo que se puede lograr.
Estoy pensando en personas como Maribel Sánchez Calderón, de los Cuadros de Purral, quien quería estudiar, estaba viviendo en condición de pobreza y como ella 7200 mujeres más el año pasado lograron tener un ingreso mensual a cambio de ponerse a capacitarse.
En el caso de Maribel, ella a llevado cursos de cocina y de contabilidad en el INA, con lo cual está construyendo sus oportunidades de superación y de progreso.
El problema tan serio de nuestros adultos mayores. Que puede haber más triste que una persona que después de toda una vida de trabajo, de ayudar, de ayudar a criar hijos, a educar los nietos, a pasar los valores, a hacer la tradición de lo que es la Costa Rica de hoy día, esa persona se encuentra tiempo después y ya no puede trabajar y ya le faltan las fuerzas y que no ha acumulado las pensiones, las cuotas para una pensión de la caja, tal vez no tuvo trabajo fijo, tal vez trabajó en la informalidad y no pagaba cuotas y entonces no tiene ninguna pensión.
Para eso se construyó el programa del Régimen No Contributivo de Pensiones, pero que tristeza que ese programa tenía a 25 mil o más personas en anciedad sin cobertura. Yo me siento muy feliz de que el año pasado aumentamos la cobertura en 11 mil personas, que lo que va de la administración, hemos aumentado la cobertura en 16 mil personas y que estas si son personas que estaban en condición de pobreza.
Estas si son personas que han pasado por el SIPO, que han sido analizadas, que han ido a ser revisado a sus hogares y a darnos cuenta de que los necesitaban y que ahora con 9 mil pensiones más para este año 2001, vamos a llegar prácticamente a universalizar las pensiones.
Ya después de este año nos va a costar mucho ir encontrando un viejito, una viejita que esté perdida por algún lado en condición de pobreza sin pensión y vamos a tener que seguirlo haciendo el año entrante,pero ya va a hacer una cantidad muy pequeña.
El gran aumento en los recursos se dio el año pasado y se está dando este año, para poder llegar a facilitar a estas familias una pensión que también es mayor, que ha ido creciendo mensualmente y que ahora automáticamente cada seis meses crece conforme crecen los salarios para que también estas pensiones del Régimen No Contributivo vayan llegando mejor a las personas.
Y hay que ver cada ejemplo, alguien me dijo que al viejito y a la viejita que está en el asilo, en el hogar,por supuesto que la pensión le sirve de mucho porque tiene para sus gastos personales y tiene para contribuir con aquel hogar, para que el contribuya un poco y sienta su dignidad, de que el está contribuyendo al hogar en el que lo tienen y si tiene la dicha como la gran mayoría de las viejitas y viejitos de Costa Rica, que gracias a Dios esta es una sociedad donde el 98% de los adultos mayores viven con la familia, eso es una gran ventaja en una sociedad de familia todavía, ojalá que sigamos siendo así para siempre,para que nos mejoremos y seamos más sociedad de familia.
Si bien con la familia, hasta lo quieren más a la viejita o al viejito cuando cada vez le llega su chequecito de la pensión, porque contribuye a la casa en la que está, la respetan más y da su platita para ayudar a los hijos, o a la nieta, a la sobrina, que las tiene viviendo en la casa. Entonces es muy importante ese programa y hay algunas que hacen maravillas.
El caso de doña María Julia Araya, de Desamparados, que recibe ahora su pensión, a los 68 años y ella cuida a una hija de 25 años que padece de parálisis cerebral. O sea, que esa platita no es solo para la mamá que ya está en la etapa de pensionarse, sino también para la hija con discapacidad, para la cual doña María Julia ayuda y apoya.
La pobreza tiene muchos rostros. Tiene el rostro del niñito pequeñito, que requiere del CENCINAI o del Hogar Comunitario para salir adelante, o que requiere de la información a su madre y de la ayuda a su madre, para que su madre la pueda atender mejor en su casa.
Tiene la carita del niño que va a la escuela y que requiere en la escuela el apoyo del bono para que sus padres puedan comprar sus útiles, y para que no ocurra lo que ocurría cuando no había bono. Ustedes se acuerdan que el bono lo pusimos por una iniciativa mía en el año 93, y que después lo quitaron y no lo volvimos a poner hasta en el año 99.
Cuando no había bono una familia pobre- yo me encontré muchos casos aquí en Pavas, aquí en San José y también en las zonas rurales alejadas- y la mamá que me decía yo no mando al chiquito a la escuela porque no tengo para comprarle los zapatos, ni el uniforme y yo le decía pero mándelo sin zapatos, mándelo sin uniforme, si lo que se necesita es que se eduque. Con razón me decían a mí las mamás, ah es que si lo mando sin zapatos y sin uniforme se burlan de él en la escuela, y lo molestan y me va a venir aquí llorando y pobrecito el chiquito. Tenía razón esa mamá, tenía razón, yo estaba equivocado diciendo que lo mandara de cualquier forma, porque yo estaba deseoso de que le dieran educación, porque la educación es la única forma de salir adelante.
Pero para eso había que darle la mano a esa familia con el bono de la educación. Que el año pasado hayamos entregado 96 mil bonos de 9 mil colones, que este año estamos entregando 100 mil bonos, de 10 mil colones. Más plata, un aumento mayor que la inflación, y con eso con los precios que ha dado el Ministerio de Industria y Comercio en los lugares que venden más barato, se viste un chiquito para ir a la escuela.
Lo indispensable, los zapatitos, el vestidito y los cuadernos y los lápices que necesita para ir. Entonces es una ayuda muy importante.
La ayuda de las becas, 21 mil becas, 23 mil becas, el año pasado, 23 mil becas, por más de 40 mil colones promedio anual, las becas. Eso es una ayuda importante para una familia y un estímulo que crea una diferencia. Esas becas las dimos principalmente para sétimo, y para décimo año. ¿Por qué?. Porque donde hay deserción principalmente de sexto a sétimo, y de noveno a décimo, son los dos sectores en los que hay más deserción.
Entonces hemos concentrado ahí esas becas, para que los chiquitos tengan un estímulo de quedarse, el que se iba a ir sino se va aquí tiene una bequita. Entonces esa familia tioene un ingreso con el que el niño se queda en la escuela o el que la niña se quede en la escuela o en el colegio, y con el cual va a aprender y capacitarse y va a poder tener un mejor trabajo después.
Ahí estamo srompiendo el ciclo de la pobreza, ahí estamos rompiendo el ciclo de la pobreza creando oportunidades, creando transformaciones para que las cosas salgan hacia adelante.
El trabajo por lo niños del Patronato Nacional de la Infancia. Relamente yo me siento muy complacido por el trabajo que realizó el Patronato Nacional de la Infancia el año pasado con sus diferentes programas. El apoyo a proyectos de apoyos especiales, donde pasó de una meta de 219 a un cumplimiento de 482 casos, la atención en situación de crisis de familias, de 5200 que era la meta, a 7100 el cumplimiento.
El programa de niños de la calle que atendió más de cinco mil casos, en el año 2000, esos son casos en los cuales de verdad sentimos una enorme satisfacción de trabajo realizado. El trabajo con los adolescentes del que ya hablamos, tanto para la educación sexual, como para el programa construyendo oportunidades.
La pobreza también tiene la cara de esa mujer que no está preparada para poder defenderse trabajando y conuna ayuda puede salir adelante y lograr eso.
Y tiene la cara de los asentamientos campesinos. Saben que de los lugares más pobres de Costa Rica son asentamientos campesinos organizados por el Gobierno a través de los años, donde ha comprado tierras y a mandado gente y son de los lugares más pobres que habían en Costa Rica. Y hemos empezado el año pasado conun programa para atender los 200 asentamientos campesinos más pobres que habían en el país, con 500 millones el año pasado, y con 2000 millones este año para poder hacer que esas familias gocen de la escuelita, del agua potable, y de las calles que les permitan una condición de vida mucho mejor ysalir mucho de las condiciones de pobreza, en que esa situación de infraestructura se tenía.
Y a través del Fondo de Desarrollo Social también ha habido los recursos al Consejo Nacional de Producción para los programas de Reconversión Productiva, que han llegado a grupos organizados campesinos, para que repagando una parte de la que reciben y otra como regalo, puedan organizar sus proyectos productivos.
Y este año, una cosa muy especial, nueva, que está pensiente de una aprobación por la Contraloría General de la República, un programa del IMAS, que es un fideicomiso para ayudar a los pequeños productores muy pobres, que no tienen como tener una garantía bancaria, a que el IMAS le de la garantía, a través de ese fondo de fideicomiso, para que puedan sacar recursos, para proyectos porductivos de personas que están empezando una nueva actividad como sus propios empresarios para salir adelante.
Todas esas caras de la pobreza, todos esos rostros de la pobreza requieren una respuesta, porque queremos que en todos esos rostros de la pobreza desaparezca la lágrima, desaparezca la desesperanza, desaparezca el dolor. Queremos que nuestras chiquitas y chiquitos, todos, todos los chiquitos y chiquitas de Costa Rica tengan caritas alegres y sonrientes.
Queremos que nuestros niños y niñas, todos, encuentren en la educación la oportunidad de su desarrollo. Queremos que nuestros adolescentes encuentren en su crecimiento espiritual, personal y físico, la capacidad de convertirse en buenos costarricenses. Queremos que todos con su trabajo puedan surguir adelante.
A mi me impresionó muchísimo hace tres o cuatro años, el Papa había estado enfermo el día del Trabajador y unos días más tarde visitó una fábrica de cosas de cristalería en Milán y dijo en el tema del Día del Trabajador, que la única manera de vencer la pobreza era con las capacidades de los pobres.
Que solo si los pobres utilizaban su propia capacidad de producir y su propia capacidad de crear y su propia capacidad de progresar se podía salir de la pobreza. Y yo creo que esto es lo más cierto que yo he oído sobre el tema de la pobreza. Pero para que eso se de se necesita que se les dé capacitación, se les de oportunidades y que esas muchas caras de la pobreza tengan una respuesta.
Para que eso sea una realidad, necesitamos que los pobres puedan tener voz, voz y que cuenten en las decisiones. Por eso parte muy importante de lo que hemos hecho también en el tema de la pobreza es el Triángulo de Solidaridad, donde hemos ido a los distritos, a reunir a la gente de los distritos para que tomen las resoluciones desde la base de que es lo que ellos quieren hacer, de como quieren que se inviertan las platas en su comunidad, de como debe la municipalidad y las instituciones nacionales trabajr con ellos,porque les estamos despertando la voz y el poder a los pobres para que ellos participen y porque de esa manera verdaderamente construimos unas mejores oportunidades.
Es una linda ocasión, esta de venir a Pavas hoy a darles las gracias a todas las instituciones que han venido trabajando en el Plan de Solidaridad, que nos ayudaron en el Plan de Solidaridad del 99, que nos ayudaron a tener este cumplimiento de metas en el Plan de Solidaridad del 2000, que nos van a ayudar a cumplir los compromisos y las metas del Plan de Solidaridad del 2001.
A todos, hombres, mujeres, jóvenes, ministerios, instituciones, mis gracias por el Trabajo que han venido realizando y una gratitud muy especial a la gente de Costa Rica beneficiaria de estos programas, que son la verdadera razón por la que estos programas existen, la única razón por la cual estos programas se justifican y que deben ser el objetivo en el corazón de cada costarricense para lograr ganar la lucha contra la pobreza y lograr que entonces en Costa Rica se haga realidad aquella linda frase del primer Jefe de Gobierno nuestro, que dijo en su primer informe sobre el Estado de la Nación, don Juan Mora Fernández, dijo que él deseaba que Costa Rica sea feliz por la paz, fuerte por la unión, y que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos.
Que cada día podamos producir un día más, progresar un poco más y sufrir un poco menos. Así es como con consistencia, con dedicación, siguiendo trabajando con honestidad y con capacidad, todos los días con esfuerzo, podemos vencer la pobreza.
Muchísimas gracias.