Discurso del Presidente de la República, Miguel Ángel Rodríguez, durante la presentación del programa para la reducción de las listas de espera para cirugías
04 de julio de 2001
Muy buenos días.
Todos nos sentimos muy satisfechos cuando podemos cumplir con los compromisos que asumimos. Compromisos que no son fáciles de realizar. Compromisos que exigen dedicación, conocimiento, esfuerzo y recursos económicos. Que exigen centrar la atención en temas específicos, a pesar de que cuando uno está en esas cosas, todas las demás cosas siguen ocurriendo y todas las necesidades diarias y los miles de problemas que todos los días ocurren siguen apareciendo. Y cada una de esas cosas diarias que sigue ocurriendo es un complot para impedir que esos compromisos se cumplan, porque es una llamada de atención, de esfuerzo, de recursos, para que se dediquen a eso diario, a eso urgente, a eso inmediato, que nos llama a cada uno la atención y que a cada uno de nosotros, en nuestras tareas propias, nos obligan a atenderlo. Y tenemos unos compromisos que son de más mediano plazo, de más largo plazo, cosas que no se han hecho en el pasado, cosas que se podrían dejar de hacer. Pero que hacerlas arregla problemas que nunca habíamos podido resolver. Hacerlas significa mejoras de fondo sustanciales, importantes.
Desde la campaña política nos comprometimos, con el grupo de trabajo que me ayudó en la preparación del programa de Gobierno en el campo de la salud, a trabajar por el tema de las listas de espera. Teníamos muchos temas, como el sistema que se venía implementando en salud desde la Administración Calderón y la de Figueres Olsen, donde habíamos empezado el cambio del sistema para integrar los proyectos de medicina preventiva, curativa y de promoción de la salud en los distintos niveles, de una manera diferente a la que se había venido haciendo. Eso había que seguirlo porque iba a significar un enorme esfuerzo, como nos la he dicho ahora Rodolfo Piza, en poner y equipar EBAIS, fortalecer y equipar clínicas y hospitales, construir nuevos hospitales, que el país había dejado de hacer por años. Todo eso era una cosa muy enorme que había que hacer, pero que era también indispensable, porque era una buena dirección en que teníamos que seguir avanzando.
Y teníamos que seguir avanzando en nuevas medidas de prevención, de vacunación, de poner la población alerta sobre los temas de su salud, como se ha hecho con el liderazgo de Lorena en el tema del cáncer de las mujeres, para lograr que tengan conciencia de la necesidad de sus exámenes y darles el servicio adecuado para que puedan realizárselos. Y que podamos entonces empezar a detectar cánceres tempranos, que podemos curar, y no simplemente a tratar cánceres terminales, que no podemos curar.
En medio de todo eso había un tema adicional que nos preocupaba, y era el tema de las listas de espera y empezamos, desde el principio del Gobierno, a entrarle a ese tema. Por eso es que hoy aquí el Dr. Santiesteban nos pudo dar esos números. Cuando hicimos el primer estudio para determinar el número de personas que había en listas de espera, que no se conocía, y empezamos, con transparencia, a sacar el tema y cuántas listas de espera teníamos, nos encontramos que en agosto de 1998 las listas de espera para cirugías eran de 15920 personas.
En abril de este año el dato que corresponde a ese rubro es de 9.548, a pesar de la huelga del año pasado. Lo que quiere decir que hemos logrado reducir la lista de esperas en cirugías en más de un 40%. Esto es algo de lo que nos tenemos que sentir orgullosos y podríamos haber dicho: "ya cumplimos". "Ya hicimos lo que dijimos que íbamos a hacer, que era reducir las listas de espera". Pero no. Nosotros sabíamos que lo que se había hecho no era suficiente. Que había que hacer más en los diversos campos de las listas de espera y que íbamos a empezar con la de cirugías. Porque ¿qué puede ser más angustioso para una persona, que estar esperando a ser intervenido quirúrgicamente? Es decir, para cada uno de nosotros que tiene que pasar semanas y meses esperando y sabiendo que lo van a tener que rajar, la pura verdad es que no le hace a uno nada de gracia. Si lo tienen que rajar, salgamos de eso lo más antes posible.
Cada uno de nosotros eso es lo que siente. No puede ser de otra manera. De manera que teníamos que entrarle a este tema y yo quiero felicitar a la Caja por el trabajo que ha venido haciendo para implementar la Unidad Técnica de Listas de Espera. Aquí está la boleta que el asegurado tiene que llenar para poder optar por el sistema en el cual se le va a incorporar en este nuevo programa, para que pueda ser operado antes del período que se le ha establecido. Pero además que ya están listas las boletas, también hay todo un sistema de control de calidad, para obtener los datos de cómo le fue a cada paciente y poderle dar seguimiento, para que no sólo estemos cumpliendo con la cantidad, sino que también con la calidad y poder hacer esto de una manera adecuada.
Es un sistema difícil de diseñar, como nos lo acaba de decir don Rodolfo Piza. Porque imagínense ustedes que todos somos humanos aquí y si a mí me dicen que a mí me van a pagar más si yo me dedico a hacer que se acaben las listas de espera, pero me dejan que yo pueda hacer que la lista de espera sea más grande, mi incentivo es ver cómo hago justamente que la lista de espera sea más grande. Y entonces al final vamos a seguir pagando más, por hacer lo mismo. Entonces había que establecer un nuevo sistema, muy adecuado. Esta es la primera vez que en el país se realiza un esfuerzo de esta magnitud, después del inicial que nosotros hicimos a través de los compromisos de gestión de los hospitales, para disminuir las listas de espera como se ha logrado. Y este es un trabajo que se ha hecho adecuadamente.
Este no es un problema de Costa Rica, es un problema de todos los sistemas de seguridad social en el mundo. A mí me parece muy importante lo que nos ha dicho hoy aquí don Rodolfo Piza: los plazos que se están poniendo son más bajos que los plazos que tiene un país con un ingreso por habitante unas seis veces mayor que Costa Rica, como Inglaterra. Y que tiene los plazos de un país con un ingreso por habitante cinco veces mayor que el de Costa Rica, como España. Estamos optando y comprometiéndonos con algo en serio, grande, importante, para poderles mejorar a los asegurados la calidad de la prestación de servicios que se les está dando. La institución y el Gobierno nos comprometemos con los asegurados para mejorarles la calidad de los servicios y no nos contentamos con poco. Optamos por mucho, para brindar un gran servicio.
También es importante que en esto haya toda la transparencia. No estamos diciendo que se van a acabar las listas de espera. Es imposible que se acaben las listas de espera en un sistema como este. Es más, en ningún sistema prácticamente deja de haber listas de espera. En un sistema totalmente privado, con precio pagado completo, y en el cual se acaba mucho la lista de espera, porque un montón de gente no puede operarse; esa es una manera de acabar con las listas, porque nadie puede pagar el servicio. Pero aún en ese sistema hay listas de espera en los hospitales privados. De manera que esto es algo que no podemos decir. No vamos a acabar las listas de espera, vamos a reducirlas sustancialmente. Ya las redujimos de 16.000 a 9.500, y vamos a tratar de llegar a 5.000. Eso significa que una cantidad muy importante de nuestros asegurados van a tener plazos mucho más cortos y que los que queden en la lista de espera van a tener que esperar plazos más cortos, porque van a estar compitiendo con menos gente, lo que hace que la espera total vaya a ser menor también para los que queden en la lista de espera.