Discurso del Presidente de la República Miguel Angel Rodríguez Acto de Desconcentración Hospitalaria

27 de setiembre de 2000

Permítanme dejar de lado las palabras que traía preparadas porque, ciertamente, sobre el tema específico no puedo agregar nada al discurso con tanto contenido que hoy nos ha dado don Rodolfo Piza.

Quiero pedirle a don Rodolfo que ese discurso sea impreso y sea distribuido a todos los funcionarios de la Caja. Le pido que me haga llegar ese discurso que haré publicar en la Gaceta, porque me parece que es un discurso que tiene los contenidos y los hechos que nos deben hacer reflexionar a todos los costarricenses.

Hoy estamos participando en un acto de fe y en un acto de humildad. Es un acto de fe en las capacidades de hombres y mujeres para participar con sus conocimientos, con sus virtudes, con sus experiencias en la conducción de la salud pública costarricense.

Y es un acto de humildad, de saber, la Directiva de la Caja y sus gerentes que ellos no tienen todos los conocimientos ni la capacidad para, desde el centro, tomar todas las decisiones.

Es un acto de fe en cada director de hospital, clínica, área de salud. Es un acto de fe en la capacidad de las Juntas de Salud. Es un acto de fe en el personal de cada unidad que presta servicios de salud. Es el reconocimiento de que los seres humanos no somos Dios. Si fuéramos Dios no hay que darle participación a nadie más en la toma de decisiones, tendríamos todo el conocimiento y tomaríamos todas las decisiones.

Los seres humanos no somos Dios. Somos ignorantes, tenemos limitaciones de tiempo, tenemos limitaciones de actitudes, y por ello necesitamos que participemos todos para poder, entre todos, construir lo que uno solo no puede. Ni el más sabio y virtuoso de los hombres y mujeres puede contribuir a la sociedad lo que un grupo grande de hombres puede dar.

Y por eso, necesitamos la participación. Y por eso, la construcción de la historia es al construcción de la participación de hombres y mujeres cada vez en más áreas de toma de decisiones.

Si vemos el período de los últimos 500 años de la humanidad, nos encontramos con un proceso extraordinario que se inicia en el Renacimiento. Y que en el Renacimiento surge de entender que no hay una única cultura ni no hay una única visión del hombre y de la historia y del mundo, sino que tenemos que respetar visiones distintas. Y que visiones distintas aportan.

Luego nos encontramos con la descentralización política, de revoluciones inglesa, francesa, norteamericana donde salimos del modelo del Estado central, absoluto, de "el Estado soy yo" de los borbones, a la participación de los ciudadanos en la elección de gobiernos.

Nos encontramos después con la evolución económica y de la idea centralista de que en la tribu o en el monasterio se podían tomar todas las decisiones económicas sobre qué hacer y cómo producir por un solo plan centralizado, caemos al final del siglo XX en la necesidad del mercado desconcentrado, de la participación de todos los consumidores, de todos los trabajadores, de todos los empresarios en la toma de decisiones descentralizadas.

Y eso nos lo encontramos también en la actividad del Estado, que tiene que ir, cada vez más, buscando como organiza sus actividades de forma tal que más personas, que están más cerca de los problemas, que pueden tener más conocimientos puedan tomar las decisiones.

Es una transformación de fondo. Repito, es un acto de fe en la capacidad de los demás, y es un acto de humildad en reconocer las propias limitaciones nuestras.

Eso es lo que hoy estamos haciendo. Y eso que estamos haciendo tiene algunas características que si ustedes me permiten me gustaría comentar con ustedes. Estamos en el año del Centenario del nacimiento del Dr. Calderón Guardia como nos lo recordaba don Luis Paulino. Y eso nos hace recordar, sin duda, las transformaciones de los años 40.

Estamos en una semana en la cual hemos visto a costarricenses tener un extraordinario desarrollo personal que hace que los demás costarricenses nos sintamos orgullosos de lo que los costarricenses podamos hacer.

Acabamos de recibir a Claudia Poll con sus éxitos en Sydney. Acabamos ayer, de dar, en el Consejo de Gobierno, premios a costarricenses que en las Olimpiadas Iberoamericanas de Matemática obtuvieron medallas de plata y bronce. El pasado lunes estuve en el Colegio de Abogados en la graduación de un querido colega abogado no vidente, don Olman Ugalde. La semana pasada se inauguró en el Vaticano la primera escultura de un latinoamericano, don Jorge Jiménez Deredia.

¿Qué tienen todos esos hechos en común? La creación del Seguro Social, la participación de Claudia, los jóvenes en Matemática, la escultura de Jiménez Deredia, la graduación del licenciado Ugalde. Tienen en común que son procesos que toman tiempo.

Desdichadamente, muchas veces en Latinoamérica y en Costa Rica caemos en ese mismo vicio: creemos en la magia. Creemos que frente a un problema lo que necesitamos es una solución mágica: un superhombre, una superidea, una superinstitución, una superestructura, un solo acto y se acabó el problema. Falso. Eso no existe.

El progreso se construye con tiempo, poco a poco, con dedicación y perseverancia. La Caja no era en el 43 lo que es hoy. Hemos pasado 47 años para tener lo que hoy tenemos. 47 años de trabajo continuados con distintas direcciones en distintos momentos, buscando las mejores soluciones. Y hoy podemos hacer esto, y a mí me place reconocerlo, porque los últimos tres gobiernos siguieron una línea. Si no hubiera empezado en la Administración de don Rafael Ángel Calderón Fournier el proceso de planteamiento de la reforma del sector de salud, sino se hubiera empezado a implementaren el gobierno de don José María Figueres, no podríamos en este gobierno haber aprobado esta ley y tener hoy funcionando lo que hemos realizado.

Estamos cosechando el esfuerzo continuado de tres Administraciones. Me place reconocerlo. Porque así es la vida y así es como se tiene éxito. No es con la magia de borrar el pasado, inventar un nuevo día. Es o no existe. Eso solo existe para engañar a incautos. Lo que existe es perseverancia, trabajo.

Claudia Poll ¿cuántos años de entrenamiento? ¿Cuántas madrugadas? Todos los días en el agua fría de la piscina de La Sabana o del Cariari. ¿Cuántos viajes? Jiménez Deredia. Si no hubiera tenido enorme trabajo y éxito, jamás hubiera sido escogido para poner la estatua que representa al fundador de los hermanos maristas.

Los jóvenes que triunfaron en el concurso iberoamericano de matemática. ¿Si no hubieran estudiado matemáticas muchos años, todos los días, con esfuerzo, con dedicación no habrían ganado, no habrían podido ir. El licenciado Ugalde sino se sobrepone a su falta de vista para empezar y sacar, de una familia pobre, sus estudios en la escuela de enseñanza especial, para sacar ahí la primaria a los 19 años y seguir adelante estudiando. Jamás sería hoy un abogado.

Hay esfuerzo, hay continuidad, hay dedicación, hay seriedad, hay disciplina. Esas son las virtudes del éxito. Y los costarricenses tenemos éxito cuando aplicamos esas virtudes. Y no tenemos éxito cuando queremos recurrir a la magia. La magia no nos resuelve los problemas. Nos los resuelve el trabajo dedicado, disciplinado, con objetivos, con visión de largo plazo. Eso es lo que está presente en todos esos casos.

Esta transformación que hoy estamos celebrando es muy profunda. Es muy profunda. Significa que de aquí en adelante, cada vez más, las decisiones en nuestra organización de salud serán el producto de muchísimas más mentes, de muchísimas más personas, de muchísimos más conocimientos. Y por eso, van a ser mejores. Y como nos lo explicaba don Rodolfo, van a estar controladas por las Juntas de Salud, para la participación de la gente. Y van a estar encausadas y limitadas por la escasez de los recursos, que es una realidad de la cual algunos quieren olvidarse, pero es una realidad. Y si nos olvidamos de esa realidad no podemos construir.

Si Claudia Poll se olvida de que tiene una limitación de horas de entrenamiento, se olvida de que tiene una limitación de uso de músculo, se olvida que tiene una limitación del manejo del tiempo, jamás podría haberse preparado adecuadamente para triunfar.

Si la Caja se olvida de que tiene limitaciones de recursos, como los tiene todo país y como los tiene toda institución en el mundo, pues evidentemente, no podría tomar las mejores decisiones para el manejo de esos recursos escasos.

Pero además de que tenemos que reconocer esas limitaciones para la toma de las acciones, tenemos que reconocer, también, que el conocimiento es también limitado, y que tenemos que ir construyendo conocimiento y descubriendo conocimiento con humildad.

Y como no sabemos la mejor manera de hacer las cosas, y es mucho mejor tener 10 hospitales independientes tratando de hacer las cosas exitosamente para que descubran nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, y poder copiar las conductas exitosas que es la manera como el hombre y la mujer hemos pasado de Adán y Eva a la vida actual. Y hemos podido construir una sociedad en la cual ya no se mueren cientos de niños por cada mil al año, sino que vamos llegando a que dentro de pocos años sean menos de diez.

Una sociedad en la cual la expectativa de vida ya no son 50 años, sino 77. Una sociedad en la cual los niños nacen en hospitales y sus madres son atendidas por médicos. Una sociedad en la cual los jóvenes pueden ir a la escuela y pueden ir al colegio, y pueden tener otro tipo de trabajo. Una sociedad que no es la que yo conocí cuando yo vivía en este barrio, de niño, de la mayoría de las personas descalzas, sino que es una sociedad donde vamos creando progreso y bienestar.

Que lo podemos hacer y que nos lo demuestran todos estos hechos, y que tenemos que llenarnos de optimismo por que somos capaces de hacer para tener fuerzas, para seguirlo haciendo. Estamos haciendo enormes transformaciones.

Hay algunos momentos en que yo leo en los medios de comunicación una demanda diciendo que hay que hacer transformaciones. Lo que estamos haciendo en salud es una transformación, es una revolución sustancial del sistema. Pero eso no lo estamos haciendo solo en salud.

Si vemos porqué hoy están mejor las carreteras. Tal vez alguno pueda decir que es porque hay un poco más de plata, porque tuvimos el valor de poner un impuesto. Pues no. Lo más importante es que se cambió el sistema y ahora se contrata el mantenimiento por zonas, por kilómetros a distintas compañías, y ese cambio del sistema, esa descentralización, de no tenerlo que hacer ya las cuadrillas del Ministerio, implica que hemos podido cambiar y hoy tenemos carreteras decentes y no filas de huecos como antes teníamos. Y estamos apenas iniciando el proceso.

Hemos cambiado la manera de asignar los recursos dentro del gobierno. Y si resolvemos como manejaba el gobierno de Costa Rica los recursos en 1997 y como los maneja en el 2000 o en el 2001, nos encontramos dos países distintos. En solo tres años hemos aumentado sustancialmente los recursos que van a salud, hemos aumentado los recursos que van educación, hemos aumentado sustancialmente los recursos a infraestructura, hemos aumentado sustancialmente los recursos que van a seguridad ciudadana. Después de 25 años, por primera vez hemos aumentado la policía; después de 25 años, después de siempre, por primera vez hemos contratado para policías gente con tercer año de bachillerato, y no los amigos políticos aunque no tuvieran la educación. Y hemos tenido que sacrificar la mitad para poder poner la gente capaz, igual que en los hospitales se tienen médicos y enfermeras, pues se necesitaba en la policía tener gente con capacitación.

Y estamos transformando la forma de operar en ese sector, y en los programas de apoyo social. Y en los demás programas han bajado sustancialmente. Para poder dar estos recursos hemos tenido que sacrificar, para poder dar estos recursos hemos tenido que sacrificar el resto del Gobierno muy fuertemente. Y hemos cambiado la estructura del gasto. Esta es una transformación real. Real. La misma transformación que tiene una familia cuando en lugar de gastar la plata en obras culturales, para ponerlo muy bonito, la empieza a gastar en la educación de los hijos. El resultado que tiene es que al cabo de unos años esa familia tiene una situación muy distinta.

Ese es el cambio que estamos haciendo. Igual que lo hemos hecho en salud y lo hemos hecho en educación, lo estamos haciendo en los programas sociales. Por primera vez estamos aplicando los recursos de los pobres con el SIPO para que vayan a los pobres. Y aquí la Caja es testigo de eso. Ahora las pensiones del Régimen no Contributivo van a los pobres. Antes, las pensiones del Régimen No Contributivo iban a los amigos de los políticos y a los parientes. Ahora van a los pobres.

Y por eso, vamos a poder llegar, prácticamente, a universalizar para los pobres las pensiones del Régimen No Contributivo con un gran esfuerzo y un gran aumento. El año entrante, y aquí de la misma manera que aplaudo a la Caja, le digo a la Caja que falta trabajo que hacer este año para llegar a aumentar las 11.000 pensiones, no están cumpliendo todavía con el nivel de otorgamiento de pensiones que se necesita y hay que reduplicar el trabajo, porque no podemos dejarle y no podemos fallar a esos viejitos y esa viejitas que tienen la plata ahí guardada para tener una pensión y no la tienen.

Necesitamos que de aquí a diciembre se acabe de cumplir con esos 11.000 nuevos pensionados del Régimen No Contributivo, y 11.000 más el año entrante.

Estamos cambiando el sistema de educación. De 11.000 becas en el 97, vamos a tener más de 40.000 el año entrante.

Después de que Costa Rica de tener una cobertura en secundaria del 60% en 1980, bajó a solo un 50% en1990, y apenas habíamos recuperado a un 59% sin ni siquiera haber llegado al nivel del 80 en el año 97, este año, sin contar con los 9.000 que acabamos de recuperar para secundaria, ya vamos arriba de 67%.

Estamos transformado educación, estamos transformando salud, estamos transformando los programas sociales. Ahora yo puedo venir a la Caja a reclamarle las pensiones del Régimen No Contributivo. Porque tenemos reuniones de trabajo mensuales, de control y evaluación de los programas sociales que antes no había. No solo van a los pobres, sino que los evaluamos y los controlamos, para saber cómo están. Y podemos decir si el programa de becas o el programa de pensiones, o el programa del bono están dando el resultado que tienen que estar dando.

Estamos haciendo una enorme transformación de cómo trabaja el Estado. Y esa transformación, está basada y fundamentada en que el Estado tiene que trabajar al servicio de la gente. Y lo único que justifica que todos los que estamos aquí, que trabajamos en el sector público tengamos un ingreso, es el servicio que le damos a la gente. Ninguno de nosotros tiene ningún derecho a que el país nos pague un cinco. El derecho lo tenemos en el tanto le prestamos un servicio a la gente. Eso es lo que nos hace tener el derecho a la retribución.

Y por eso tanto me agradó el discurso de don Rodolfo que no solo hablara del poder que se está dando, sino de la responsabilidad que se está asumiendo. Porque no puede haber poder y recursos que no represente, de inmediato, en mayores servicios, en más personas atendidas y en personas mejor atendidas. ¿Si no hay eso? Es una estafa. ¿Si no hay eso? No estamos cumpliendo nuestra tarea. ¿Si no hay eso? No tenemos derecho al sueldo que ganamos.

Y debe quedar muy claro de que este es la realidad, la mayor de las responsabilidades de todos los que trabajamos en el sector público. No es la responsabilidad de que nos paguen, es la responsabilidad de hacer algo para que nos paguen.

Y, realmente, ahí me parece que es donde mayor énfasis debemos hacer en los aspectos morales. En asumir las responsabilidades. Si asumimos las responsabilidades, podemos salir adelante y podemos hacer que Costa Rica sea, cada vez más, el país del desarrollo humano.

Pero tenemos que personalmente, cada uno de nosotros, en asumir nuestras responsabilidades. Olvidarnos de la magia y concentrarnos en la responsabilidad personal; olvidarnos de que alguien de afuera nos venga a resolver los problemas, y comprometernos, nosotros mismos, en participar en la resolución de los problemas.

Muchísimas gracias.


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