Disyuntivas
Fitch ratings, Bank of América y el economista de Columbia University Augusto de la Torre en la semana que recién pasó agregaron sus análisis al debate sobre el desarrollo económico de nuestro país. Aportan elementos interesantes muy dignos de tomar en cuenta.
Difícilmente la evolución de un país se da de manera que todos los cambios sean positivos, y menos que lo sean para todos. Vivimos en un mundo muy complejo. Nuestro conocimiento es muy limitado e incompleto. Las capacidades humanas son muy parciales. Los recursos naturales son limitados. Y nuestras acciones se dan en el tiempo y en la geografía, y sus resultados son inciertos, dependen de factores ajenos a la voluntad y el pleno conocimiento de los actores.
Por eso en medio de avances hay segmentos de la sociedad o de nuestros campos de acción que retroceden. Y en medio de los retrocesos hay quienes ganan. Con la sabiduría popular se dice que el vaso está medio lleno … o medio vacío. Depende de quién lo mire.
En las últimas semanas gobernantes, opositores, economistas y operadores económicos debaten sobre los resultados de nuestra economía en el período postpandemia.
Para unos, el resultado es brillante porque el crecimiento es muy satisfactorio comparado con el del mundo y de nuestra región; las exportaciones y la inversión directa extranjera (IDE) son muy altas; la inflación ha sido controlada como en pocos lugares; los salarios reales han crecido para el sector formal; el desempleo ha disminuido significativamente y los resultados fiscales siguen siendo muy favorables.
Para otros, el crecimiento de los sectores de comercio tradicional no es tan favorables; el disminuyen turismo, las exportaciones tradicionales y la producción local que compite con las importaciones pierden competitividad; las tasas de interés activas reales son muy altas y afectan negativamente la inversión doméstica; la pobreza y la desigualdad no han disminuido; ha caído el número de personas empleadas; los resultados fiscales dependen de la revaluación del colón que disminuye el valor en moneda local de la deuda en $, pero no si se considera en su moneda de origen.
Estos tres aportes extranjeros vienen a confirmar ambas posiciones, como generalmente es el caso.
Empecemos con la calificadora de riesgo Fitch ratings que mejoró la ubicación de Costa Rica en su escala de BB- estable, a BB estable.
Su análisis se basa en primer lugar en la mejora de los resultados fiscales que se fundamenta en la regla fiscal y el control del gasto. ¡Qué lástima que por prejuicios ideológicos y egoísmos políticos del PLN se tardó desde 1988 que la propuse en la reforma constitucional de Garantías Económicas hasta treinta años después para aprobarla! ¡Cuántos costos se hubiera evitado a empleados públicos, a los programas sociales y al desarrollo de infraestructura si se hubiera aprobado años antes!
También justifica Fitch ratings la disminución de riesgo país de Costa Rica por su rápido crecimiento económico, su mejora en la balanza de pagos y en liquidez internacional.
Estos elementos han mejorado la trayectoria de deuda respecto al PIB y disminuido los costos del endeudamiento.
La solidez institucional, el crédito externo y los acuerdos con el FMI y los limites fiscales dispuestos por la Asamblea Legislativa para autorizar los eurobonos son elementos positivos. La fragmentación política y el entrabamiento político son riesgos para el futuro.
Fitch señala un cambio estructural por la mejora fiscal y por el crecimiento del sector exportador de bienes y servicios moderno con relación al tamaño de la producción. Sus conclusiones también descansan en la fortaleza institucional y la calidad de la mano de obra, que son construcciones de largo plazo.
Bank of América hace un análisis más centrado en elementos de la economía real y menos en elementos financieros.
Centra su análisis en la aparente paradoja de que se de en Costa Rica un rápido crecimiento a la vez que una tasa negativa de inflación, que debería deprimir la demanda interna.
Lo justifica porque el crecimiento ha sido basado en el sector externo.
Nos llama jaguar y nos compara con los tigres asiáticos por un fuerte crecimiento basado en exportaciones, en IDE y desarrollo de capital humano.
Considera que el crecimiento basado en exportaciones causa 3 importantes efectos adicionales: disminuir la tasa natural de desempleo, mejorar los resultados de balanza de pagos y aumentar el valor natural del colón.
Destaca el cambio estructural que se da cuando de 2019 antes de la pandemia a 2023 la proporción de las exportaciones de bienes y servicios del régimen preferencial aumenta en 5,4 puntos porcentuales del PIB desde una base inicial de 20,3% del PIB.
Augusto de la Torre realizó una detallada y muy documentada exposición en la celebración de UCCAEP del Día Nacional de la Empresa Privada que se decretó durante mi gobierno.
Señala la evolución de Costa Rica desde 1960 como un caso de éxito económico.
Es un éxito basado en exportaciones con una composición cada vez más compleja y sofisticada. También en una sustancial y estable IDE sobre todo a partir de la apertura económica de los ochenta.
La fortaleza institucional y la calidad del capital humano construidos en una larga trayectoria también son causa del éxito en crecimiento. Lo mismo se da por la reciente mejora de la situación fiscal y de la liquidez internacional del país.
De la Torre señala que sufrimos los dolores de corto y mediano plazo originados por la transición a un sistema monetario de metas de inflación con flexibilidad cambiaria. Estos se originan en mucho en la diversidad de las diferencias de rentabilidad relativa entre la inversión doméstica y en el extranjero, que en ese proceso de ajuste se producen a lo largo del tiempo.
Indica como la alta tasa de interés facilita la acumulación de reservas internacionales, pero aumenta la distorsión entre las rentabilidades relativas en el país y en el extranjero. Esto disminuye la competitividad de los sectores de exportación y que compiten con las importaciones.
Además, señala las otras brechas que las políticas monetarias y el ajuste fiscal producen cuando se acumulan los problemas de pobreza y desigualdad, y crece la violencia del narcotráfico.
Concluye el economista ecuatoriano de Columbia indicando que se debe mantener la trayectoria de mejora fiscal, pero a la vez es necesario evitar brechas de la rentabilidad relativa de inversiones locales y en el extranjero para evitar apreciaciones permanentes del colón; apuntalar el modelo de crecimiento hacia afuera con fortalecimiento del capital humano, aumentando la eficiencia del gobierno, reduciendo las brechas sociales especialmente con trabajo formal y mejoras de la seguridad social y cortar a tiempo la amenaza del narco crimen.
Mi conclusión
El vaso está hoy más lleno. Lo han logrado tendencias que vienen de largo plazo, algunas gradualmente desde inicios de la república (fortaleza institucional y capacitación laboral), otras desde la apertura de los ochenta (atracción de IDE y estímulo a las exportaciones), también las originadas en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas de 2018 y también las de los dos últimos años en el manejo fiscal y monetario.
Pero falta mucho para seguirlo llenando.
Algunas son reformas fiscales intensas en la estructura y la eficiencia del gasto (privilegiar la proporción de gasto en seguridad púbica, educación, salud, asistencia social e infraestructura) y de los ingresos (reducir dependencia en ingresos sobre el trabajo, aumentar el uso de alianzas público-privadas, generalizar las normas del impuesto de renta y que sea más sobre gasto que sobre ahorro e inversión).
Otras son intensificar la formación de capital humano mejorando la cobertura y la calidad de la educación y poniendo a funcionar plenamente los objetivos de la reforma del INA que no se ejecuta.
Y todavía otras son mejorar la salud con mayor cooperación público-privada, y con mejora en las fuentes de ingresos, y la seguridad social con una pensión básica universal y encaminándonos a un ingreso mínimo básico universal.
No podemos dejar para más tarde mejorar la seguridad ciudadana que requiere más policías, más cupos penitenciarios, mejores sistemas de inteligencia y leyes más expeditas que promuevan el debido proceso.
Alegrémonos por lo que se ha llenado el vaso. Ocupémonos en continuar llenándolo.
Miguel Angel Rodríguez
Fuente: La República