ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Anteriormente me he referido al efecto que tuvieron la no reelección presidencial y cambios internos en los partidos para escoger los candidatos a diputados al afectar los lideratos y dificultar los acuerdos en los últimos años del bipartidismo.
Hoy recuerdo la consecuencia de la modificación al reglamento de la Asamblea Legislativa efectuado en 1981. Esa modificación impidió la práctica de usar una moción de orden para dar por discutido un proyecto de ley y someterlo de inmediato a votación.
Antes de esa reforma era usual que cuando un proyecto de ley era muy importante o urgía su resolución, se planteaba una moción de orden para dar por terminada la discusión en trámite y someter el asunto a votación. Por dos tercios de votos se aprobaba la moción, se tenía por modificado para el asunto en concreto el Reglamento Legislativo y se sometía a votación. De esta manera una minoría no podía impedir a una mayoría votar un proyecto de ley.
En esos tiempos se decía que dos tercios de los diputados podían hacer cualquier cosa salvo cambiar el sexo de una persona.
La eliminación de esa inveterada práctica legislativa ha permitido desde entonces que un solo diputado, o muy pocos de ellos, puedan impedir la votación de un proyecto de ley, lo cual es evidentemente antidemocrático y muy perjudicial.
Entre las recomendaciones de los notables convocados hace unos meses por la Sra. Presidente se incluyen normas para asegurar la votación en un plazo corto de ciertos proyectos de ley. En el periodo de sesiones extraordinarias, cuando le corresponde la iniciativa al Ejecutivo, sería ese poder el que definiría cuáles proyectos. En sesiones ordinarias la posibilidad de designar de similar manera como urgentes proyectos de ley correspondería a las fracciones legislativas.
Sin duda esta debe ser una de las propuestas presentadas por el Poder Ejecutivo con base en esas recomendaciones de los notables que merece una pronta aprobación de la Asamblea Legislativa. Si se deja para después de las elecciones, la experiencia indica que los partidos que queden en la oposición impiden aprobar este tipo de cambios en aras egoístas de maximizar su poder. Por eso urge darle prioridad y aprobar ahora esta reforma para mejorar la gobernabilidad democrática y consecuentemente la confianza en política y gobiernos.
Fecha de publicación: 8-Jul-2013
Fuente: diarioextra.com