ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Miguel Angel Rodriguez Echeverria

Hace muchos años no venía a España. La última vez fue como Secretario General electo de la OEA hace 9 años. Madrid, si se puede, más limpio y bello que nunca. Pero el dolor de la recesión está presente en la conversación con el taxista o el alto funcionario.

La recesión surgida de la crisis inmobiliaria interna y externa, de los problemas de la Zona del Euro y de la alta burocratización nacional, regional y municipal, tiene en paro al 27% de la población. O al 18% si se toma a quienes laboran en la economía subterránea y lo ocultan para obtener apoyo de la seguridad social, y se consideran ajustes por diferencias en los cálculos estadísticos con otras regiones del mundo. Cualquiera de las cifras es espeluznante. Mucho peor entre los jóvenes, con más de la mitad sin empleo.

Con la disminución de los créditos bancarios y los ajustes que se han debido aplicar para disminuir el déficit fiscal, la economía ha estado en recesión y todavía este año la producción disminuye. Se han despedido más de 370.000 burócratas y se paralizó la inversión pública.

 

Pero ya en estos días se anuncia que para el último trimestre de este año la economía volverá a crecer, lentamente.

La crisis generó a "los indignados". La más común de las reacciones humanas es negar un problema. La segunda es enojarnos. Y claro, aún más cuando se lo podemos achacar al gobierno. Incluso al que actúa para enfrentar el problema. El extraordinario proceso de democratización, modernización y bienestar económico de España en las últimas décadas ya era un dato, estaba en el bolsillo, y ahora la crisis se los venía a arrebatar o a poner en riesgo.

La verdad es que en Madrid, y acá el desempleo es menor que en otras regiones españolas, hay que conversar con las personas para sentir la muy dolorosa situación. La ciudad hermosa, limpia y con novedades...pero se ven los restaurantes menos llenos, tiendas cerradas y muchos se alquila o se vende. No hay, eso sí, los mendigos en las calles que vi aquí hace 54 años.

Pero las cifras del desempleo, sean de 27 o de 18%, son en extremo preocupantes. Debemos compararlas con un paro actual altísimo de 12% en la zona del euro. Durante la Gran Depresión el desempleo fue del orden de un 9% en Inglaterra, 10% en Alemania y Francia y 25% en Estados Unidos. En la muy dolorosa depresión de Costa Rica de inicios de los ochenta el desempleo llegó a un 10%.

España, y esto me lo dijeron taxistas, diputados, académicos y profesionales independientes, ha podido resistir esta terrible crisis gracias a la solidaridad familiar. "Son los abuelos, los tíos, los primos quienes sostienen a sus parientes en paro, para muchos de los cuales ya venció el período para recibir los subsidios de desempleo" me dijeron.

¡Bravo por la familia!

Y queda un costo grande y probablemente de larga duración por resolver. La indignación y el enojo castigan la política y lo político. Al igual que en nuestra querida Costa Rica, la desconfianza en partidos, funcionarios y aspirantes ha aumentado bárbaramente. Los partidos pequeños crecen, los sin partido aún más. ¿Cuánto se tardará en reversar esta circunstancia?


Fecha de publicación: 24-Jun-2013

Fuente: diarioextra.com


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