ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Miguel Angel Rodriguez Echeverria

El 26 y el 27 de abril en Sao Pablo, Brasil se llevó a cabo la conferencia de Latin American Cooperative Oncology Group (LACOG) y de Lancet Oncology , en la que se conoció un informe de la Comisión de este último para la prevención del Cáncer en América Latina sobre como ejecutar un tratamiento efectivo y sostenible en América Latina y el Caribe (ALC). Esta enfermedad se estima que matará un millón de personas al año en nuestra región geográfica. El estudio fue presidido por Paul Goss profesor de Medicina de Harvard y estuvo integrado por 74 investigadores de 12 países. Sus resultados son alarmantes.

Todos desdichadamente hemos sufrido el dolor de una familia que sufre el cáncer en alguno de sus miembros. Esta cruel enfermedad no perdona niños, jóvenes, personas adultas ni ancianos. Y la sufre, repito, toda la familia. El dolor del cáncer afecta a pobres y ricos, pero es peor la angustia de los pobres. Cuando se poseen medios económicos además de la enfermedad se padecen las congojas de hipotecar la casa o vender el auto para enfrentar los altos gastos de su tratamiento. Para las familias con menos recursos y a pesar de la gran cobertura de nuestra seguridad social, la congoja se agiganta pues no se trata ya de deshacerse de recursos económicos acumulados por muchos años, sino de vivir las penurias de las largas esperas para la lograr una correcta detección y luego un adecuado tratamiento de esta enfermedad, cuya posibilidad de cura depende sustancialmente de la pronta aplicación de los remedios. Se mueve cielo y tierra para una operación, una quimioterapia o un proceso de radiación, y los meses pasan, la enfermedad se agrava y en muchas ocasiones el remedio no llega.

 

El informe Lancet señala que en LAC la incidencia del cáncer aumentará en un 33% de ahora al 2020. Y esta extraordinaria amenaza se torna más grave dado que en nuestra región es muy alta la mortalidad de esta enfermedad en relación con su detección. Así, mientras en Estados Unidos la relación de muerte a incidencia es de un 35%, y en Europa de un 43%, en ALC es de un 59%. Esto se debe principalmente a la detección tardía de los casos.

Además, los datos de detección del cáncer con relación a la población son muchos más bajos en ALC: 163 casos por 100.000 habitantes, frente a 264 en Europa y 300 en los Estados Unidos. Esto demuestra las fallas del sistema en la detección de la enfermedad, que es la etapa de mayor eficacia.
Para Costa Rica el estudio estima un incremento de un 48% en el número de personas con cáncer para 2020 llegando a 10127 casos. Y la detección sigue siendo baja, solo 176 por 100.000 habitantes frente a 280 por ejemplo en Uruguay, y los señalados en Europa y Estados Unidos. Lo que es peor, la mortalidad es del orden del 55%, comparada con 39% en Puerto Rico, y con los datos en Europa y en Estados Unidos.

¿Por qué con nuestro sistema se seguridad social que cubre al 87% de la población y con un sistema hospitalario que cubre al 100% se dan estos dolorosos datos para Costa Rica? ¿Por qué ocurre esto si Costa Rica es en ALC el país que dedica un mayor porcentaje de su PIB a la salud?
Estas son importantes preguntas que debemos responder para atender el creciente y doloroso problema del cáncer para los costarricenses.


Fecha de publicación: 6-May-2013

Fuente: diarioextra.com

 


 


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