ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Miguel Angel Rodriguez EcheverriaEn la última década el crecimiento de América Latina ha sido acelerado, han disminuido considerablemente la pobreza y significativamente la desigualdad, y se ha constituido una mayoritaria clase media. Ese crecimiento fue posible, incluso a pesar de la crisis financiera internacional que aún se extiende, gracias a los cambios dramáticos que vivió nuestra región después de la crisis de la deuda externa de inicios de los años ochenta.


En 2009 escribí: "Gracias a las reformas y a sus frutos acumulados, América Latina tiene hoy condiciones para enfrentar con costos mucho menores la recesión de los Estados Unidos.

Antes un estornudo de la potencia norteamericana nos producía pulmonía. Hoy la pulmonía gringa tal vez sólo nos contagie una gripe que no demandará hospitalización... hoy nuestros países son mucho más resistentes a estos embates que en el pasado pues en lugar de déficits fiscales y de balanza comercial tenemos superávits, la inflación en casi todas las naciones latinoamericanas está controlada, el crecimiento económico promedio del PIB por habitante desde 2002 ha sido del 3,5%, el ahorro nacional ha crecido, las reservas internacionales son muy elevadas, la deuda externa con relación al PIB está a niveles mucho más manejables, las tasas de interés y los tipos de cambio no están manipulados en la mayoría de las naciones y la inversión extranjera directa fluye en montos records".

 

Además el crecimiento fue estimulado por la fuerte expansión económica asiática y su demanda de minerales y alimentos. Ese estimulo no afectó a los países de Centro América y el Caribe que no son productores de esos bienes y cuyo comercio internacional está más enfocado a Estados Unidos y a Europa.

Después de la reducción en el crecimiento de China y la India en 2012 y con los ajustes hacía la baja de las estimaciones de crecimiento de esos países para este año, el impulso asiático dará menor apoyo al crecimiento latinoamericano.

Por eso el Banco Mundial señala: "El formidable viento externo que favoreció el sólido crecimiento económico y la inclusión social en Latinoamérica y el Caribe (LAC) en la última década se debilita. Un nuevo contexto internacional, con liquidez en exceso, menor crecimiento de China, una débil actividad económica y un elevado nivel de deuda pública en el mundo desarrollado, apunta a la necesidad de que América Latina deberá hacer más por sí misma para volver a las tasas de crecimiento registradas en la última década".

Así como antes no fuimos tan favorecidos por el acelerado crecimiento asiático, tampoco somos ahora tan perjudicados por su desaceleración. Pero los otros elementos de cambio si nos afectan y sobre todo nos amenazan los cambios internos.

Perdimos el balance fiscal acumulado hasta mediados de la década pasada, la deuda externa volvió a crecer y sigue creciendo, el manejo monetario con innecesariamente altas tasas de interés que atraen golondrinas genera pérdidas cada vez mayores del banco central, no mejoramos en productividad y la economía pierde dinamismo.
Si la campaña política que se avecina y la falta de apoyo al gobierno actual hacen difícil tomar decisiones para corregir esos rumbos, al menos se deben preparar y discutir las alternativas entre las cuales deberán escoger las futuras autoridades.


Fecha de publicación: 29-Abr-2013

Fuente: diarioextra.com


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