ALTERNATIVAS

Miguel ?ngel Rodr?guez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

El secretario general de la OEA, don Luis Almagro, con sus valientes, oportunas y bien fundamentadas intervenciones parece augurar un renacer de esta importante instituci?n hemisf?rica, que desdichadamente ha venido sufriendo mengua en su importancia y capacidad para colaborar con el bienestar de Am?rica.

Gracias en gran medida a la OEA y a su antecesora la Uni?n Panamericana, durante el siglo XX nuestro continente fue muy exitoso en sus relaciones hemisf?ricas. Pero en los ?ltimos a?os este sistema se ha debilitado. Los dos pa?ses grandes de Am?rica Latina ya no parec?an necesitar a la OEA para sus pol?ticas con los Estados Unidos y Canad?. El Nafta vino a dar un papel muy diferenciado a M?xico en sus relaciones con el vecino del Norte. El crecimiento de las grandes naciones emergentes y la debilidad financiera de los pa?ses m?s desarrollados ante la Gran Recesi?n dio posteriormente a los BRIC, y de esa manera a Brasil, un rol a?n m?s importante al que tradicionalmente hab?a ejercido frente a los EE.UU.

Pero este no es el caso de los pa?ses medianos y mucho menos el de los peque?os en nuestro hemisferio.

Algunos pa?ses influidos por el chavista ?socialismo del siglo XXI? han tratado de deslegitimar a la OEA, especialmente en sus roles de promoci?n y defensa de la democracia y los derechos humanos. Pero los nuevos entes regionales creados no llenan las necesidades que ha venido cumpliendo la OEA.

Cambios profundos en el entorno obligan a adaptarse. Para continuar siendo relevante, la OEA deb?a examinar su rol tradicional y enfocarse donde su aporte pod?a ser mayor. Esto ya era claro a inicios del milenio y por eso impuls? su reorganizaci?n para concentrarla en cuatro ejes claves de acci?n: Derechos humanos, democracia, seguridad multidimensional y desarrollo integral. A esto se sumaban acciones firmes para recuperar su solvencia financiera, ejercer liderazgo entre las entidades hemisf?ricas y lograr que todos los Estados miembros, incluyendo Estados Unidos y Canad?, participaran m?s empoderadamente en el desarrollo de una pol?tica hemisf?rica.

Tras un interregno en ese enfoque, restablecer las capacidades de la OEA luce ahora m?s factible, en virtud del cambio pol?tico que se da en Argentina, Brasil y Venezuela, as? como por la voluntad que est? mostrando su nuevo secretario general, don Luis Almagro, al actuar en defensa de la democracia y los derechos humanos.

La reciente carta del secretario general al se?or presidente de la Rep?blica Bolivariana de Venezuela, Nicol?s Maduro, es buena prueba de esas dotes. Manifiesta en ella el indebido uso de medidas cautelares para impedir el ejercicio de sus cargos a parlamentarios cuya elecci?n fue declarada por el ?rgano electoral dominado por el propio chavismo. En ella, con valor y respeto, plantea los temas de cumplimiento democr?tico y del estado de derecho que se derivan de la Carta de la OEA y de la Carta Democr?tica Interamericana, cuya aprobaci?n con tanto vigor promovi? Costa Rica en 2000 y 2001 a la par principalmente de Per? y Canad?. Y lo hace con base en la doctrina de divisi?n de poderes, de la necesidad de juicios con leg?tima evaluaci?n de las pruebas en un debate con contradictorio y en la imposibilidad de que haya justicia cuando un gobierno coopta el poder judicial. Con el renacer de la democracia y los derechos humanos en Venezuela puede renacer la OEA.


Fecha de publicaci?n: 18-Ene-2016

Fuente: diarioextra.com


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