ALTERNATIVAS
Miguel ?ngel Rodr?guez E.
Al pasar la medianoche del 31 de diciembre no cambian las circunstancias. Las leyes de la naturaleza mantienen su imperio, la historia humana el primero de enero es igual a la del a?o que termina, las caracter?sticas de cada uno de nosotros y nuestras relaciones sociales dif?cilmente var?an.
Pero arrancar esta hoja del calendario es una ocasi?n de reflexionar, de ver para atr?s y evaluar el pasado; de plantearnos nuestro futuro. Es una oportunidad de tomar consciencia de nuestras fallas, carencias y debilidades; no para lamernos las heridas, sino para hacer sincero prop?sito de enmienda y planear las acciones para enmendar nuestra vida.
Claro que para mejorar es necesario conocer lo que debemos cambiar, y proponernos hacerlo. Ello es as? en todos los campos. Se trate de mejorar los h?bitos alimenticios y hacer ejercicio para mejorar nuestra salud. Se trate de perfeccionar nuestro desempe?o laboral o la forma como estudiamos para obtener mayor beneficio de nuestro esfuerzo. Se trate de cambiar el trato que damos a nuestro pr?jimo para disfrutar mejores relaciones interpersonales. Se trate de ser m?s generosos con las personas para alcanzar la felicidad de darnos. Se trate de aumentar nuestra participaci?n en actividades comunitarias o pol?ticas para contribuir al bien com?n. Se trate de hacer m?s intensa y llena de amor nuestra vida en familia. Se trate de adentrarnos en nuestra vida espiritual y religiosa para avanzar en el camino de la perfecci?n.
Pero, ?Lo logramos? ?Cu?ntos buenos prop?sitos naufragan ya en enero? ?Por qu??
Claro que la poca conciencia al establecer nuestros prop?sitos y la flaqueza de la voluntad juegan un rol predominante en los pobres resultados. Pero algunas medidas podemos tomar para tratar de fallar menos.
Una es evidente: meditemos bien lo que nos proponemos hacer. Estemos seguros de sus beneficios, y aquilatemos los costos que implicar? ejecutar el cambio. Y tomemos debida nota de las circunstancias que deberemos evitar para no caer en la tentaci?n de dejar de lado nuestros buenos designios.
Una vez que tengamos bien meditadas las acciones que nos proponemos realizar en el A?o Nuevo, acord?monos de que solo podemos vivir el presente. No nos alienta al cambio vivir constantemente en el pasado, flagel?ndonos por nuestros yerros. Si Dios nos perdona perdon?monos tambi?n nosotros mismos. Debemos ejercer la misericordia con el pr?jimo siempre, y en especial en este A?o de la Misericordia. Y en ese pr?jimo debemos incluirnos nosotros mismos. Tampoco nos hace bien para cumplir nuestros prop?sitos hoy, vivir en el futuro so?ando en lo que vamos a conquistar. Si no cambiamos hoy, el futuro no ser? distinto.
Adem?s debemos vivir concentrados y conscientes de lo que hacemos. Debemos domesticar nuestra inteligencia. Si vivimos dejando a la mente divagar libremente, dif?cilmente cumpliremos nuestros prop?sitos. Nuestros designios para el A?o Nuevo se perder?n en los vapores oscuros de los pensamientos dis?miles y desordenados, de ?la loca de la casa?.
Finalmente debemos, ojal? a diario, revisar el cumplimiento o la falla en ejecutar nuestros prop?sitos. Para animarnos a seguir adelante, o para rectificar el camino.
Feliz 2016 y que Dios nos d? sabidur?a para realizar los buenos prop?sitos.
Fecha de publicaci?n: 28-Dic-2015
Fuente: diarioextra.com