ALTERNATIVAS

Miguel ?ngel Rodr?guez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

En estos d?as hemos contemplado el horror descarnado de la guerra y la violencia en una de sus m?s crueles facetas: el asesinato de los inocentes. En los mismos d?as hemos sido testigos de la heroicidad que con paciencia, perseverancia y negociaci?n puede construir sociedades m?s humanas.

En Kunduz, al norte de Afganist?n, por m?s de una hora una nave a?rea de Estados Unidos bombarde? un hospital de la ben?fica fundaci?n francesa M?dicos sin Fronteras, que gan? el Premio Nobel de la Paz en 1999. Murieron 12 miembros del personal y 10 pacientes, entre ellos tres ni?os. Otras 37 personas, 19 de ellas del personal sanitario, resultaron heridas.

La revista The Economist se?al?: ?Este hecho es otra muestra de los peligros de unir el poder?o militar del primer mundo con la toma de decisiones del tercer mundo?, aduciendo que el bombardeo del hospital corresponde a una disposici?n del ej?rcito afgano, ejecutada por Estados Unidos. Pero es evidente que esta potencia no puede eludir la responsabilidad por este crimen de guerra.

El mundo vive envuelto en actos de barbarie individuales y colectivos, de inconcebible crueldad humana. Pero no podemos permitir que su frecuencia debilite nuestra capacidad de horrorizarnos y de protestar.

M?dicos sin Fronteras -con toda justicia- est? exigiendo una investigaci?n internacional.

La otra noticia llena de entusiasmo y admiraci?n. El Premio Nobel de la Paz le fue conferido este a?o al Cuarteto del Di?logo Nacional Tunecino, integrado por el sindicato UGTT (Uni?n General de los Trabajadores Tunecinos), Utica (la organizaci?n empresarial del pa?s), la Liga Tunecina de Derechos Humanos y la Orden de Abogados. Esas organizaciones patrocinaron una salida mediante el di?logo a la crisis pol?tica que vivi? T?nez en 2013, y que amenaz? con liquidar la transici?n a la democracia iniciada con la primavera ?rabe de 2011.

Se premia que la transici?n democr?tica de T?nez siga adelante a pesar de los enfrentamientos pol?ticos, las brechas sociales, la crisis econ?mica, la inestabilidad regional y el terrorismo.

El Premio Nobel celebra el triunfo de la negociaci?n sobre la violencia, y es un ejemplo para todo el mundo de las ventajas de las soluciones concertadas sobre las que por la fuerza se pretenden imponer.

Estos hechos ejemplarizan la futilidad de querer imponer por la fuerza y desde el extranjero las formas de convivencia de una sociedad.

Las intervenciones militares de Estados Unidos y sus aliados en Irak y Afganist?n nos recuerdan una lecci?n que el mundo debi? haber aprendido con experiencias previas. Y la muerte de los inocentes en el Hospital de Kunduz hace palpable la futilidad de las guerras.

Ciertamente es v?lido, e incluso una obligaci?n, que las potencias eviten los actos de terrorismo. Pero extender sus intervenciones a pretender determinar las formas de organizaci?n de sociedades con valores, tradiciones, instituciones y culturas muy diferentes es una cruel quimera.

?Cu?n lejos estamos de un mundo civilizado, donde las ?nicas guerras sean las de defensa ante agresi?n externa, y las intervenciones humanitarias! Estas ?ltimas organizadas y aprobadas por la comunidad internacional para impedir graves genocidios y violaciones masivas de los derechos humanos.


Fecha de publicaci?n: 19-Oct-2015

Fuente: diarioextra.com


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