Alternativas

?Id por todo el mundo y predicad el evangelio?? es el mandato de Jes?s a los ap?steles y a sus sucesores, que el Papa Francisco cumple en su viaje a Cuba y a Estados Unidos, cuya raz?n principal es llevar la buena noticia: Dios ama a sus criaturas y les env?a a su Hijo con el mensaje de amarle y amarse unos a otros.

En la Misa en la Plaza de la Revoluci?n en la Habana, el Papa llam? al amor, a ?Servir?a los fr?giles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. Son los rostros sufrientes, desprotegidos y angustiados a los que Jes?s?invita?a amar.?

Su mensaje que m?s me cal? se dio en el rezo de las V?speras en esa ciudad. El Papa dej? de lado su homil?a ante las palabras del cardenal Jaime Ortega sobre la pobreza de la Iglesia cubana, y ante el testimonio de Sor Yailnys Ponce, Hermana de la Caridad. Esta joven monja cont? su aprehensi?n cuando fue destinada a laborar en un hogar para impedidos f?sicos y mentales de 12 a 71 a?os, a todos los cuales llama ?ni?os?.

All? reivindic? el Papa el valor de la pobreza: ?El esp?ritu de pobreza, el esp?ritu de despojo, el esp?ritu de dejarlo todo, para seguir a Jes?s? y alert? contra el mundo que ?si tiene que pecar y ofender a Dios, para que no le llegue la pobreza, lo hace.?

A Sor Yailnys le indic? que ?cuando uno busca en la preferencia interior al m?s peque?o, al m?s abandonado, al m?s enfermo, al que nadie tiene en cuenta, al que nadie quiere, el m?s peque?o? est? sirviendo a Jes?s de manera superlativa.?

En su viaje a Estados Unidos -adem?s de evangelizar sobre libertad religiosa, familia, perd?n, inclusi?n, paz y cuido a nuestro ambiente, el Papa Francisco -fiel a su pr?ctica- predic? con el ejemplo. No se qued? a almorzar con senadores y representantes en el Congreso, fue a compartir un emparedado con las personas sin techo. No visit? en Washington alguna de las universidades cat?licas m?s importantes del mundo que all? est?n, sino que fue a saludar a la comunidad de las Hermanitas de los Pobres que est?n en los tribunales por rechazar el mandato abortista impuesto por el gobierno.

En Nueva York en la Zona Cero adonde se ubicaba el World Trade Center, comparti? con l?deres de las religiones jud?a, musulmana, budista, jainista, sijista, de nativos de Norteam?rica y de otras iglesias cristianas en un tributo al amor y abnegaci?n de quienes -ante el horror terrorista- ofrendaron su vida para salvar muchas otras. Y llam? al perd?n y la tolerancia.

En Filadelfia en el lugar de la Declaraci?n de Independencia de los EEUU aplaudi? su proclama de que ?todos los hombres y mujeres fueron creados iguales; que est?n dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, y que los gobiernos existen para proteger y defender esos derechos? y lo importante de aplicar esos conceptos a la libertad religiosa en p?blico y en privado, a no dejar de lado la memoria hist?rica y a los derechos de los inmigrantes.

Este mensaje evangelizador no es para los sacerdotes y religiosos de Cuba y EEUU. Es para todos los cat?licos y para las personas de buena voluntad. Por eso el Papa nos record? a los fieles laicos nuestra responsabilidad personal en la misi?n de la Iglesia. ?la Iglesia, en una sociedad que cambia r?pidamente, reclama ya desde ahora una participaci?n de los laicos mucho m?s activa?.