ALTERNATIVAS
Miguel ?ngel Rodr?guez E.
Parece que fue ayer y ya ha pasado toda una vida. Todav?a siento la emoci?n y el temor -de aquel marzo de 1958- al salir de la casa en Aranjuez, caminar a tomar el cami?n a San Pedro y allegarme desde la Iglesia hasta el nuevo y reluciente edificio de Ciencias y Letras. Era mi primer d?a de clases en la Universidad de Costa Rica.
Ya hac?a un a?o se hab?a implementado la reforma universitaria organizada por don Enrique Macaya, que ?l y don Abelardo Bonilla hab?an propuesto desde 1946, y que estableci? un ciclo de estudios com?n, en el primer a?o universitario. Disfrut? del selecto grupo de profesores extranjeros que vinieron a fortalecer la visi?n humanista y cient?fica que la UCR pon?a a nuestra disposici?n: L?scaris, Saumells, Aguado, Santoro, Heise; y de las lecciones de muchos costarricenses ilustres, ese a?o en estudios generales y luego en derecho y econom?a.
En aquel ambiente se pod?a intercambiar en pasillos, en asambleas, en la cafeter?a y en la biblioteca con el rector don Rodrigo Facio, con mi profesor entonces secretario de la Universidad, Carlos Monge, y con el primer decano de la Facultad de Ciencias y Letras, don Jos? Joaqu?n Trejos.
Pude conocer compa?eros que han descollado brillantemente en sus profesiones.
Tuve la suerte -despu?s- de recibir lecciones en el primer edificio de la UCR en Barrio Gonz?lez Lahmann, de estrenar el edificio de Ciencias Econ?micas, de celebrar la pasada de la Escuela de Derecho a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio y all? enfrentar las pedradas de los estudiantes de ingenier?a. Disfrut? las semanas universitarias y hasta particip? en presentaciones teatrales bufas en el Teatro Nacional.
Curs? ciencias econ?micas bajo el decanato de don Wilburg Jim?nez y derecho bajo la direcci?n de don Rogelio Sotela. Mi tesis de derecho la dirigi? don Eduardo Ortiz y la de econom?a Alberto Di Mare, que es quien m?s ha influido en mi desarrollo profesional.
Mi deuda con la UCR sigui? creciendo. Cursando el ?ltimo a?o de econom?a y el pen?ltimo de derecho pude trabajar en el Instituto de Investigaciones en Ciencias Econ?micas en su pionera elaboraci?n de las cuentas nacionales, y el a?o siguiente, reci?n casado, a mis 23 a?os me inici? como profesor en la Escuela de Econom?a.
Poco despu?s part? a realizar estudios de postgrado a la Universidad de California, Berkeley. La UCR me mantuvo el sueldo con un contrato para dar clases al regreso. Gracias a ello cont? con extraordinarios profesores. Entre ellos Gerald Debreu que fue mi gu?a, Daniel McFadden director de tesis y Peter Diamond, quienes posteriormente recibieron sendos premios Nobel de econom?a.
La buena formaci?n en econom?a que llevaba me permiti? -a pesar de mis carencias en matem?ticas- terminar mi doctorado en tres a?os, cuando el primero que lo sac? despu?s, de los compa?eros que entramos en aquel 1963, tom? seis.
Desde que volv?, con interrupciones por algunas otras actividades, he podido seguir dando clases en la UCR y me honra haber obtenido c?tedra hace m?s de 30 a?os. Como me honra haber recibido examen de una tesis que dirig? en la Escuela de Derecho, ya ejerciendo la presidencia.
Nada de esto habr?a sido posible sin la UCR para este hijo de una familia de clase media que no ten?a autom?vil, pero s? mucho amor.
Mi vida en mucho ha sido posible por la UCR.
Por eso en este 75 aniversario de su fundaci?n elevo mi oraci?n por el muy querido don Mechito Tinoco y por el Dr. Rafael ?ngel Calder?n Guardia, fundadores de la UCR, por mis profesores, y les expreso mi profundo reconocimiento y gratitud a ellos y a todas las personas que han continuado la tarea de engrandecer a la UCR.
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Fecha de publicaci?n: 31-Ago-2015
Fuente: diarioextra.com