ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

La fundación WWF acaba de presentar su reporte Reviviendo la economía del océano: la necesidad de actuar en el 2015.

Este informe señala que el valor agregado de la producción originado en los océanos es de 2.500 miles de millones de dólares (MM$), lo que los ubicaría –si fueran un país- como la sétima economía más grande del mundo. Ello lo determina este estudio, considerando los aportes a la producción de bienes directamente extraídos de los mares (410 MM$ en pesca, maricultura y actividades relacionadas), los que ocurren encima o dentro de los mares (382 MM$ en educación, investigación, cruceros, turismo, seguridad), el valor del transporte marítimo (725 MM$ incluyendo cabotaje, construcción de barcos, telecomunicaciones y tecnología submarina) y otros aportes que son medibles y se deben a los océanos (955 MM$ en turismo costero, biotecnología marina, fijación de carbono).

Frente a este imponente valor de la contribución de los océanos, ¿cuál es su situación?, ¿cuánto los hemos deteriorado?, ¿cuáles son sus riesgos y amenazas?

Dos terceras partes de la capacidad productiva de los océanos dependen de su condición ambiental, y esta se viene deteriorando de manera que hay una verdadera posibilidad de que sus sistemas ecológicos se deterioren más allá del punto de no retorno. Su acidificación tomaría cientos de generaciones humanas para que los propios mares puedan revertirla. La pérdida de especies es irreversible. El aumento de su temperatura en los últimos 50 años ha sido en gran parte absorbido por los océanos lo que ha elevado la temperatura de su superficie entre 0,31 y 0,65 grados centígrados.

Esto ocurre al tiempo que la dependencia de la humanidad en alimentación y recursos marinos es cada vez mayor. Alrededor de 3 mil millones de personas obtienen casi una quinta parte de su proteína animal de la pesca. Y el futuro de la pesca ya gravemente amenazado por la sobrepesca, depende además de la salud de los ecosistemas que permiten la vida marina.

La deforestación mundial de los manglares se da a un ritmo de 3 a 4 veces mayor a la deforestación de los bosques, afectando gravemente su capacidad de fijación de carbono, su contribución a la calidad de vida de los habitantes de sus vecindarios y su capacidad de dar protección ante huracanes y otros fenómenos naturales.

La salud de los océanos es primordial para el turismo, y sin embargo continúa la destrucción de los corales. Frecuentemente son las propias actividades de este sector las que contribuyen a su deterioro.

Este estudio de WWF nos indica que el mundo debe tomar acción urgente para recuperar la capacidad productiva de los océanos y abandonar el camino de su deterioro. Para ello propone como acciones inmediatas que la recuperación de los océanos sea parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU; que el mundo adopte un acuerdo ambicioso este año en París para enfrentar el calentamiento y la acidificación de los océanos y llegar en 2030 a un 30% de áreas costeras y marinas protegidas.

Recomendaciones sobre control de la sobrepesca y otros temas se pueden encontrar en WWF y un resumen en http://awsassets.wwf.es/downloads/reviviendo_la_economia_del_oceano_resumen.pdf

En nuestro país bendecido por dos costas, con gran extensión de mar patrimonial y en una zona del mundo amenazada de manera especial por el cambio climático, urge mejorar nuestra agenda azul.


Fecha de publicación: 1-Jun-2015

Fuente: diarioextra.com


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