ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Acaba de aprobar la Asamblea Legislativa el honor de ser Benemérito de la Patria al Dr. Juan Guillermo Ortiz Guier.
Ciertamente merece tan exclusivo galardón el Dr. Ortiz Guier. Fue una persona extraordinaria que supo plasmar en realidades sus muy valiosas ideas de servicio a sus semejantes, y que lo supo hacer convocando y haciendo fructificar el esfuerzo de las comunidades, alentando la participación ciudadana, aportando –a sus ingeniosos diseños institucionales- sus conocimientos y la fuerza de su gran pasión por sus tareas y amor a sus semejantes.
Cada una de esas características de su gran legado es por sí misma digna de los mayores reconocimientos, y muy rara vez se dan en una misma persona.
El Hospital sin Paredes fue la gran creación que unió armónicamente las muy variadas características de sus aportes.
La semilla de esa transformación nació en el Hospital Carlos Luis Valverde de San Ramón adonde sirvió como director el Dr. Ortiz Guier. Pero fue una planta incontenible que derribó paredes y primero se extendió a todo el cantón de San Ramón, y de inmediato a los cantones de Palmares, Alfaro Ruiz, Naranjo y Valverde Vega de la provincia de Alajuela adonde este noble cartaginés vivió buena parte de su muy productiva existencia.
La educación de don Juan Guillermo en muy prestigiosas universidades y hospitales de México y Estados Unidos no lo llevó a encerrarse en las paredes cerradas de un centro de salud. Muy al contrario, su amor al prójimo, su confianza en las capacidades creativas de todos y en el valor del aporte de las personas encumbradas o sencillas, lo movieron a derribar las paredes que pueden aislar el conocimiento científico y truncar sus resultados.
Confiado en el esfuerzo propio de las comunidades logró despertar el entusiasmo de los vecinos y canalizar sus energías para la difusión de las prácticas de salud, para difundir los métodos de higiene y buenos hábitos; para que quienes tenían más posibilidades y conocimientos ayudaran a sus semejantes más necesitados, y para proveer los recursos que la implementación de su visionaria reforma necesitaba.
El ejemplo irrefutable de sus éxitos, años más tarde alentó la reforma que en los años noventa, con el aporte de las tres administraciones de 1990 a 2002, transformó nuestro sistema de salud logrando unir los servicios de prevención y de curación, con el enfoque de promoción de la salud y atención primaria en las comunidades. En el Hospital Sin Paredes encontraron su inspiración la desconcentración hospitalaria, la transformación de las relaciones entre el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense del Seguro Social, la integración de los servicios de salud y los Ebais.
Las ideas y los conceptos del Benemérito de la Patria Juan Guillermo Ortiz fueron la ruta de cambio para estas transformaciones. Pero no habrían sido suficiente para tan altos logros si no hubiesen tenido como motor la pasión entusiasta de Don Juan Guillermo por hacer las cosas y su inmenso amor por sus semejantes.
Gracias al estimado amigo por enseñarnos con su ejemplo. Felicitaciones y afecto a su muy querida familia. Honor a las señoras y señores diputados que lo han honrado.
Fecha de publicación: 20-Abr-2015
Fuente: diarioextra.com