Alternativas

Miguel Ángel Rodríguez E.

Hace ya tres años expresé mi preocupación por la falta de encadenamiento que se dio en 2010 con el cambio en la Encuesta de Hogares que impide la comparación entre las cifras anteriores y posteriores a ese año, y con la falta de claridad entre los resultados -en lo tocante a desempleo- entre esas encuestas y la Encuesta Continua de Empleo que dio inicio en ese año. Ahora llaman la atención las inconsistencias de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) en sus resultados para el IV Trimestre de 2014.

Los datos de este último reporte de la ECE con muy justificada razón han preocupado al gobierno, a empresarios, trabajadores y analistas por el incremento en el desempleo que muestra.

Se señala que -respecto al año anterior- hay 31.000 personas más que sufren desempleo. Esto eleva a 220 mil personas el número de desempleados.

Así la tasa de desempleo pasó de un ya alto 8,3% a un altísimo 9,7%.

Pues bien, según esos resultados de la ECE del IV trimestre de 2013 al IV de 2014 baja el número de ocupados en la economía en 28.682 y en el sector público en 40.429, con un incremento de ocupación en el sector privado de 11.747 plazas.

Esas cifras de disminución del empleo en el sector público contradicen la realidad de nuestras calles que no se han llenado de los funcionarios cesados que protestan; los datos de las Encuestas de Hogares del propio INEC que de 2013 a 2014 muestran un crecimiento -aunque leve- en el sector público y un crecimiento de un 1,2% en el número total de ocupados; el crecimiento de un 7,3% en el pago por remuneraciones del sector público; los datos de la CCSS de cotizantes al seguro de salud que de 2013 a 2014 aumenta para el total y para los del sector público y la información del Ministerio de Educación Pública que señala un aumento en el número de plazas en esos años.

Esta contradicción entre la caída que -según la ECE- se da en la ocupación del Sector Público del 2013 al 2014, y las otras fuentes que más bien señalan un crecimiento, pone en duda la representatividad del fuerte incremento en el desempleo total que señala la ECE del final del año pasado.

Ciertamente los cierres o traslados a otros países de empresas, así como las encuestas del sector privado proveen expectativas pesimistas respecto al empleo, pero no así la encuesta del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR.

Además debemos recordar que la dinámica económica produce cambios entre diversas ramas de actividad y empresas, pues mientras algunas pierden competitividad otras se expanden.

Por eso no podemos sacar conclusiones sobre la totalidad de la economía tomando solo en consideración algunos casos por notorios que sean.

Lo anterior señala la importancia de contar con información confiable respecto a la evolución del empleo para poder diseñar y ejecutar políticas pertinentes.

Por supuesto, aunque el desempleo no haya crecido o haya crecido menos de lo que indica la ECE, siempre debe ser alta prioridad generar puestos de trabajo formales con jornadas completas y que paguen al menos los salarios mínimos, para poder disminuir la pobreza y la desigualdad, tal como he comentado reiteradamente. Y para ello es imprescindible mejorar la capacitación de los trabajadores y las condiciones que fomenten el crecimiento empresarial.