ALTERNATIVAS

Miguel ?ngel Rodr?guez E.

Miguel Angel Rodriguez Echeverria

A partir de la alternativa escogida por el Sr Presidente Sol?s, y si constitucionalmente se sostiene el poder del Ejecutivo de levantar un veto, dentro de 18 meses se producir?n cambios muy importantes en nuestra legislaci?n laboral.

Unos son muy positivos, pero otros son muy peligrosos.

En el lado positivo, esta legislaci?n establece oralidad en la jurisdicci?n laboral y mecanismos de apoyo para los trabajadores de bajos ingresos en esa v?a jurisdiccional. Adem?s, resuelve la falta de protecci?n legal y judicial al derecho de los trabajadores a la sindicalizaci?n, que era una vieja deuda del pa?s. Tratamos de pagarla en mi gobierno, pero la legislaci?n para agilizar la protecci?n judicial de esos derechos no fue aprobada, ni se autoriz? la necesaria flexibilizaci?n de la jornada laboral (que sigue aplic?ndose sin autorizaci?n legal), que se negoci? a cambio entre los sectores laboral y patronal.

Otros cambios revisten gran peligrosidad para la paz social y el progreso, como lo son legalizar las huelgas con muy bajo apoyo laboral, permitirlas -a contrapelo de la Constituci?n- en servicios p?blicos y prohibir la contrataci?n de personal para atender las tareas abandonadas por los huelguistas.

El gobierno pretende enfrentar estos peligros con un decreto que proh?ba las huelgas en salud, seguridad y transportes, pero ese decreto ser? ilegal dentro de 18 meses cuando entre en vigencia la legislaci?n cuyo veto se levant?. La apuesta del Presidente Sol?s es que en el ?nterin se apruebe nueva legislaci?n que modifique la ley en cuesti?n.

Estos temas, tanto los positivos como los negativos, son de gran importancia y justifican el vehemente debate que han suscitado.

Pero, a mi entender, en el corto plazo es a?n m?s importante el resquebrajamiento del tejido social y pol?tico que se da, al tiempo que el pa?s enfrenta importantes riesgos.

Hace una semana coment? en esta columna la necesidad que tenemos de buscar con optimismo y esperanza soluci?n a los graves desequilibrios fiscales, financieros, de falta de eficiencia que vivimos y que podr?an desembocar en una crisis que aumentar?a la pobreza golpeando con crueldad a las familias m?s d?biles.

Esa soluci?n requiere acuerdo entre una buena parte de los actores pol?ticos, y este se hace m?s dif?cil si la alianza del gobierno y su partido es solo con el Frente Amplio. Esa alianza ni tiene los votos requeridos en la Asamblea Legislativa, ni est? conformada por un espectro ideol?gico amplio que pueda hacer propuestas equilibradas: entre la disminuci?n del gasto y la eficiencia en el sector p?blico por una parte, y el aumento de los ingresos fiscales a cargo de consumidores y productores, por otra. Si eso es as?, no podr? esa alianza concitar el amplio apoyo requerido de los diversos grupos que necesariamente defienden sus intereses directos.

En las interacciones pol?ticas al igual que en las personales, los hechos dejan huella y tienen consecuencias. El Presidente tom? una decisi?n que le dificulta enfrentar adecuadamente los m?s urgentes problemas nacionales.

Corresponde ahora al Sr. Presidente reconstruir relaciones de credibilidad con los sectores pol?ticos, empresariales y sociales dejados de lado, y proponer una agenda de reformas serias y balanceadas que tengan apoyo legislativo mayoritario, eviten una crisis, le permitan gobernar exitosamente y nos depare a los costarricenses un camino de progreso y paz social.


Fecha de publicaci?n: 15-Dic-2014

Fuente: diarioextra.com


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