ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
El 30 de junio al conmemorar la memoria de los primeros mártires romanos el Papa Francisco dijo: “si en aquella persecución de Nerón hubo muchos, hoy no hay menos mártires, cristianos perseguidos... Pensemos en Oriente Medio en los cristianos que deben huir de la persecución…en los cristianos asesinados por los perseguidores”
Estas palabras pueden parecer exageradas. No lo son. Invito al interesado a la página www.portesouvertes.fr y a estudiar el Índice Mundial 2014 de los Cristianos Perseguidos.
Los países en los cuales los cristianos sufrieron mayor persecución en 2013 son Corea del Norte, Somalia, Siria, Irak, Afganistán, Arabia Saudita, República de Maldivas, Pakistán, Irán, Yemen, Sudán, Eritrea y Libia. Solo en Corea del Norte se estima entre 50.000 y 70.000 los cristianos detenidos en campos de concentración.
Los países con el mayor número de asesinato de cristianos ese año fueron Siria, Nigeria, Pakistán, Egipto y Kenia.
En los últimos meses la persecución contra los cristianos ha sido atroz en Cercano Oriente, en algunos países de África y en otras partes de Asia, aunque poco hemos reparado en ello.
Este año la violencia en Irak y Siria ha sido especialmente cruel contra los cristianos y contra otros grupos minoritarios, en las zonas dominadas por los rebeldes de la ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria, que ahora se denomina el Califato Islámico).
A mediados de junio pasado el Patriarca de Bagdad, Louis Sako cabeza de la Iglesia Caldea-Católica de Irak, que es la mayor comunidad cristiana de ese país, clamó: “Nos sentimos olvidados y aislados. A veces nos preguntamos ¿cuál sería la reacción de occidente si nos matan a todos, cuál sería la reacción de los cristianos de occidente?”
Es cierto que sus captores liberaron la semana pasada a 3 monjas caldeas y dos jóvenes católicas iraquíes después de 17 días de su secuestro en Mosul. Gracias a Dios. Pero lo cierto es que los cristianos han sido expulsados de Mosul. Esa importante ciudad, que fue convertida al cristianismo en los siglos I y II de la era cristiana no tiene ya habitantes de nuestra fe.
Los rebeldes se han apoderado de las catedrales caldea-católica y ortodoxa-siria, han derribado las cruces, destruido la estatua de la Virgen e izado sus banderas negras.
El pasado mes de mayo el Alto Comisionado para Refugiados de Naciones Unidas denunció una nueva ola de expulsión forzada de más de 23.000 personas de la República Centroafricana. “La mayoría de desplazados son cristianos, principalmente mujeres y niños”, aseguró.
En Bangladés, en las primeras horas del 7 de Julio recién pasado, un convento y su hospital, a unos 70 kilómetros al este de Dinajpu, fue atacado por hombres armados que golpearon salvajemente a las religiosas y lo destruyeron.
El mismo día de ese ataque se cumplieron dos años de la ordenación como Obispo auxiliar de Shanghái de Monseñor Tadeo Ma Daquin.
Dado que se ordenó con el consentimiento del Papa Benedicto XVI y renunció a sus cargos en la Iglesia Popular China, desde el día siguiente está preso sin que se conozca su paradero.
Es innegable que hay cristianos intolerantes frente a otras religiones y que en su historia los cristianos han sido muchas veces feroces perseguidores de otros.
Pero pocos son conscientes en occidente de que la persecución contra los cristianos es una cruel realidad del siglo XXI.