ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Me gusta el fútbol.
Uno de los mejores recuerdos de mi infancia es cuando papá nos llevaba al Estadio Nacional a ver los partidos de fútbol.
Había que levantarse temprano aunque fuese domingo. Mi hermano menor Álvaro nos acompañaba. Tomábamos el “camión” de Guadalape y luego el de Sabana-Cementerio que nos dejaba al final del Paseo Colón y travesábamos a pie La Sabana, que era el aeropuerto internacional. Y en el estadio, además de ver a Orión, Libertad o Gimnastica enfrentándose a las provincias, nos regalaba papá una gaseosa y unas papas fritas que era como una cena en el mejor restaurante del mundo. Luego llegó Saprissa y su impresionante performance nos hizo cambiar a Mon Rodríguez, Chumpi Zeledón y Michelín Masís por Cholo Sanabria, Catato, Alvarito Murillo, la rata Jiménez y Cuty Monge. Son inolvidables experiencias cuyo recuerdo me hace relamer los labios.
Desdichadamente mis habilidades deportivas han sido deplorables. Era el güila que todos deseaban que jugara con el equipo contrario. Y no solo en fut, también en béisbol, voleibol, básquet o tenis. Pero nunca perdí el gusto por el fútbol y tuve la suerte de disfrutar muchos partidos en mi querida Cueva con mi hermano Manuel Emilio que de Dios goza.
Con nuestra Selección Nacional he disfrutado mucho. Sentí con mis compatriotas el entusiasmo de Italia 90. Como presidente disfruté con ellos el aztecaso, remontar el marcador y ganar en Tegucigalpa y ocupar el primer lugar en la clasificación para Corea- Japón 2002. Luego verlos con magnífico futbol en ese mundial y jugar el juego más bello de esa copa contra Brasil. También con mi querido Saprissa he tenido y tengo grandes satisfacciones, llevando a mis hijos, nietos y sobrinos. Pude disfrutar empresarialmente apoyando al Club Sport Cartaginés y a la Asociación Deportiva Guanacasteca. Y claro con los equipos y la selección he sufrido como en aquellas madrugadas frías para poder estar en la gradería del Estadio Nacional perdiendo con México, o recibiendo el baño de una bolsa de orines en Tegucigalpa después de empatar allá en 1996, perdiendo un dedicado Herediano Saprissa en el estadio florense, o en las finales de campeonato que nos ha ganado la Liga.
Esta Copa Mundial de Brasil nos ha dado maravillosas alegrías. La disciplina infundida por Jorge Luis Pinto, su capacidad estratégica, la unión de las voluntades de los jugadores para tener espíritu de grupo y trabajar en equipo, la perseverancia de los federativos y la administración deportiva para mantener el rumbo y sobre todo el coraje y el orden de los jugadores en la cancha nos han dado a los costarricense inconmensurable felicidad.
No tenemos los costarricenses como pagarles a los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes deportivos. A un país feliz lo hicieron más feliz. Nos dieron una alegría que durará para siempre en nosotros y una sonrisa que no se nos borrará.
Ganarle a Uruguay y a Italia, empatar con Inglaterra, clasificar de primeros en el Grupo de la Muerte. Eliminar a Grecia. Llegar a cuartos de final. Empatar con Holanda. Regresar invictos de la Copa Mundial de Fútbol. ¿Quién lo iba a creer?
Uds. lo hicieron muchachos. Gracias. Que estos triunfos les ayuden a mayores éxitos en sus vidas y que Dios les de tanta felicidad como Uds. nos han dado a sus compatriotas.