ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
La sabiduría de don Ricardo Jiménez nos brindó en 1926 un umbral mínimo exigido para elegir presidente y lo estableció en 1936 en un 40%. En un sistema presidencial esa regla asegura un mínimo de apoyo popular y a la vez desincentiva partidos muy pequeños que solo jueguen a negociar ganancias en su favor en una segunda ronda.
Ahora disfrutamos de esta institución para elegir presidente 2014-2018, y ello es muy bueno, pues un presidente sin un apoyo sustancial difícilmente puede tener éxito en su gestión.
En un sistema semiparlamentario no importa que la elecci?n seleccione a varios partidos sin que alguno cuente con una representaci?n mayoritaria, pues para formar gobierno tendr? que producirse una mayor?a en el congreso que lo respalde. Entre nosotros esa mayor?a se da con la segunda ronda.
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El presidente de la Rep?blica como jefe de Estado representa a la totalidad de la poblaci?n y como jefe de gobierno encarna la mayor?a pol?tica que ?l dirige. En sus funciones responde por dos tipos de actividades diferentes e igualmente importantes: por una parte proponer las reformas institucionales que permitan un mejor accionar del gobierno y de las personas en la sociedad, y por otra dirigir las actividades cotidianas de la administraci?n p?blica en su m?s amplia concepci?n.
Para la primera de esas tareas requiere el apoyo de una mayor?a parlamentaria. Para que la mayor?a parlamentaria se mantenga y para que su dedicaci?n a enfrentar los problemas cotidianos de la administraci?n (que entre nosotros, desdichadamente, no siempre se da) tenga ?xito requiere un importante apoyo de la opini?n p?blica.
Sin este ?ltimo soporte dif?cilmente sostendr? el apoyo de los diputados de otras bancadas (?ya cuesta mantener el de la bancada propia, sobre todo si se eligen muy independientemente!).
Adem?s necesita un fuerte soporte popular para que no tengan ?xito protestas de grupos de inter?s contra medidas que los pongan en orden, y para poder desde el Poder Ejecutivo dirigir los procesos administrativos y tener ?xito en tareas propias de simplificar tr?mites, reducir gastos, mejorar la contrataci?n administrativa y controlar y coordinar las pol?ticas de los entes administrativos.
Solo as? podr? su gobierno hacer que los programas sociales lleguen eficientemente a las familias m?s necesitadas, mejorar la calidad de los servicios p?blicos -en especial de educaci?n, salud y seguridad-, disminuir los costos de la electricidad a hogares y empresas, avanzar con nuestra atrasada infraestructura y en general resolver los muy costosos problemas de la ineficiencia estatal.
Obtener simult?neamente el apoyo mayoritario pol?tico y de la opini?n p?blica no es f?cil en nuestro actual clima cultural. La prevaleciente opini?n negativa de lo pol?tico y los pol?ticos hace que la opini?n p?blica vea con extrema suspicacia la negociaci?n entre pol?ticos, que es esencial para formar mayor?as parlamentarias.
Los dos candidatos que los electores seleccionaron para la segundo ronda han demostrada capacidad de negociaci?n. Don Johnny en su largo ejercicio de la direcci?n de la Municipalidad de San Jos?. Don Luis Guillermo en sus tareas partidarias al obtener el apoyo de grupos enfrentados dentro y fuera de su partido.
Este nuevo periodo electoral permitir? a los votantes aquilatar sus dotes en esta arena.