ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Miguel Angel Rodriguez Echeverria

"El pueblo ha hablado, debemos acatar su mandato, debemos arriar las banderas partidarias e izar el pabellón nacional". Esas fueron mis palabras al aceptar la derrota en las elecciones presidenciales de 1994.
Ayer volvió a expresarse la libre voluntad de los costarricenses.
Escribo antes de las elecciones. Pero este proceso electoral deja claro que existen propuestas de políticas públicas muy diferentes, cada una con importante apoyo electoral. Eso es así, sea que esté pendiente una nueva elección o que ya tengamos Presidente Electo. Esto se da al tiempo que la opinión pública considera que vamos por rumbo equivocado y que tenemos un gobierno inoperante.
En estas circunstancias, ¿cómo construir una visión de futuro compartida que nos permita salir del impase en la toma de decisiones públicas?
Lo que hoy vivimos no ha surgido instantáneamente. Desde hace años se viene generando. Empecé mi informe de mayo del 2000 diciendo: "Vivimos tiempos de reflexión y definiciones para Costa Rica. Como nación sabemos que necesitamos cambios profundos, pero todavía no nos ponemos de acuerdo sobre cuáles deben ser esos cambios. Sabemos que las recetas del pasado no funcionan, pero no estamos de acuerdo todavía sobre la nueva fórmula para entrar al siglo que recién comienza"
Ya para entonces habíamos vivido el gran movimiento de la Concertación Nacional y celebrábamos su mayor éxito, la Ley de Protección al Trabajador, pero también experimentábamos su más grande fracaso: la no apertura de los monopolios de servicios públicos. Aquel enorme y bien preparado proceso de concertación llamado a forjar esa visión de futuro en 1998, sufrió desde su inicio lo que luego mostraría ser un insuperable escollo: la de que el mayor partido de oposición, el PLN, se negara a participar. Ello llevó a que pese a los acuerdos logrados en el proceso no se aprobaran legislativamente, en las sesiones extraordinarias de inicios de 1999, los proyectos de apertura de telecomunicaciones, electricidad y seguros.
Un año más tarde, en mi mensaje presidencial, propuse, como solución a la dificultad de conciliar las visiones de futuro, la transformación de nuestro sistema presidencialista a uno semi-parlamentario, lo que recientemente los notables de nuevo recomendaron a la Sra. Presidente.
El resultado electoral que se produjo ayer, de hecho nos lleva al semi parlamentarismo. Sepamos aprovecharlo para bien de nuestro pueblo. No podemos seguir estancados frente a la pobreza, la falta de movilidad social y el crecimiento de la desigualdad.
Urge ejecutar reformas para lograr un mejor uso de nuestro trabajo, capital y recursos naturales. Nos urge contar con mejor infraestructura; educación de mayor calidad; tramitología favorable a la inversión, la competencia y la innovación; energía más limpia y barata; una burocracia eficiente; resolver nuestros problemas fiscales y adoptar un mejor sistema cambiario. Esos cambios son indispensables para aumentar la productividad y la eficiencia de nuestra economía. Así podríamos disminuir la pobreza, con mayor movilidad social acortar la desigualdad y, al mismo tiempo, acelerar nuestro crecimiento económico.
Dios ilumine a todos los gobernantes electos a actuar sin egoísmo en esta dirección.


Fecha de publicación: 3-Feb-2014

Fuente: diarioextra.com


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