ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
El 23 de agosto Bernal Aragón, en un emotivo acto, presentó su autobiografía “Entre lo dicho y lo hecho hubo un gran trecho”. Es un libro que nos muestra una vida plena de amor. Amor por la familia, amor por sus semejantes, amor por la comunidad, amor por Costa Rica. Amor que se convierte en servicio prestado siempre con desprendimiento, con excelencia, con entusiasmo.
Al escribir y entregarnos su libro, Bernal nos muestra una vez más su profunda vocación de servicio.
Lo hace por el ejemplo que nos depara. Por la historia patria que con calidez nos relata. Porque da a conocer a las generaciones jóvenes características nacionales que no se deben olvidar, ni menos perder. Porque es un rendir cuentas de sus actuaciones.
Esta obra nos narra en forma cálida, a veces jocosa y a veces tierna, sin aspavientos, con anécdotas y siempre con sencillez, su vida de familia; la versatilidad de sus servicios en su vida profesional de abogado; su participación como vecino de su cantón; sus actividades de dirigente juvenil; su apoyo ad honórem a las tareas de un amigo de juventud en una importante posición del gobierno; su muy variada actividad profesional al servicio de entes públicos; su dedicación como miembro de su Iglesia; su colaboración a la obra social de un sacerdote de una Iglesia diferente; su dirección de la capacitación laboral del país; su conducción de una campaña política; su desempeño como diputado y jefe de una fracción legislativa de oposición planteando propuestas de peso para el bien público; su valiente enfrentamiento al narcotráfico; su defensa apasionada y sabia de la Constitución, el Estado de Derecho y la institucionalidad republicana desde diversas trincheras en los tres Poderes de la República; su audaz y exitosa gestión como empresario hospitalario y ahora en funciones de contraloría nacional.
Vivimos un cambio de época y con el cambio radical de nuestras circunstancias de vida de familia, de tecnologías, de medios de comunicación, de condiciones laborales, de la realidad política y las relaciones internacionales, del aprecio a valores fundacionales de nuestra cultura crecen la incertidumbre, el miedo, el resentimiento y las personas se sienten desarraigadas.
En América Latina la democracia liberal sufre los embates de estas circunstancias y de nuestra historia. Abundan los populismos de uno y de otro signo.
Los partidos políticos se fragmentan y multiplican, representan intereses restringidos, no una causa de bien común y se desprestigian por la pérdida de convicciones religiosas; por el fin de la confrontación con el bloque soviético que hacía necesaria la defensa y promoción de valores de libertad, dignidad, y democracia liberal; por la lucha por establecer prerrogativas para diversos grupos humanos; por el crecimiento de la desigualdad y la frustración; por la ineficiencia y corrupción en las tareas públicas.
En Costa Rica la antipolítica pretende que todos los demás son corruptos y que el camino es deconstruir la institucionalidad para que del vacío brote una ilusoria solución mágica a todos los problemas.
Y en estas circunstancias la vida y la letra de Bernal caen como un bálsamo que tranquiliza y da esperanza.
Bernal, al escribir estas vivencias, nos señala el camino.
El progreso, la felicidad, la paz se construyen con la vida de cada uno. Con valores, responsabilidad, dedicación en cada etapa y en cada una de las oportunidades que nos brinda la vida.
“Entre lo dicho y lo hecho hubo un buen trecho” es una lectura que nos deleita y que a todos sirve de ejemplo y motivación. Lo hecho ha sido mucho y bueno. Y Bernal no vive en pasado, vive en presente y en futuro. Lo hecho es también lo que Bernal hace y lo que hará.
Fecha de publicación: 28-Agosto-2023
Fuente: diarioextra.com