ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Estrellita llegó al Hogar de Ancianos Asociación Vicentina de Escazú a sus 55 años por ser una persona especial que con su Muñequita también llamada Estrellita y su saco de pertenencias deambulaba por Escazú y Santa Ana.
Llegó acogida por los lazos de amor que esparce esa Casa tan especial que llena de beneficios a nuestro querido cantón.
Desde entonces, y hasta su muerte este año, Estrellita pagó el albergue y los cuidos que recibía con su amor a cuantos la cuidaron y a quienes visitamos esa noble institución. Con sus travesuras escondía en su saco los “tesoros” que en su constante pasearse por la Casa encontraba.
La vida de Estrellita en el Hogar de Ancianos de Escazú representó todo lo que el amor personal, la vocación de servicio y una institucionalidad eficientemente administrada puede lograr.
Allí estaba ya Estrellita con otras 21 personas cuando hace 15 años el Hogar de Ancianos de Escazú tuvo la bendición de que llegara a dirigirlo Rosa Arroyo.
Llegó preparada por una fructífera vida de aprender, hacer y ayudar.
Había aplicado en una cadena de supermercados sus conocimientos de administración de empresas y contabilidad por 12 años, y se había compenetrado del empuje empresarial y la audacia del recordado Oscar Saborío. Su experiencia gerencial se había expandido en una empresa de construcción, en otra de transporte público de personas y en asesorías a pequeñas empresas.
A la par de su desarrollo profesional desde 1999, poco después de la aprobación durante mi gobierno de la Ley Integral del Adulto Mayor, se había unido a colaborar con la Cruzada Nacional de Protección al Anciano, y brindaba servicios a diversos hogares de ancianos, desarrollando su impactante vocación de cuido a personas con las que comparto esa fase de la vida.
Con esas extraordinarias calificaciones llegó Rosa en 2008 a dirigir el Hogar de Ancianos de Escazú, que había nacido en 1971 como una iniciativa de las Damas Vicentinas de Escazú, apoyadas por la Iglesia Católica.
El Hogar de Ancianos de Escazú, con la dedicación de las vicentinas a quienes admiro desde que mi mamá fue una de ellas, había iniciado sus actividades alquilando una casa en el distrito de San Miguel de Escazú, y habían logrado obtener un terreno en San Antonio.
Allí se ubica la muy bien concebida y moderna instalación física que específicamente para albergarlo se logró construir con el apoyo del ingeniero Ramón Banet y el Club Rotario de Escazú.
Rosa llegó a encargarse de esta querida institución cuando sufría dificultades en su administración y carencias que eran entonces comunes a la mayoría de los hogares de ancianos. Estaba a las puertas de su cierre por órdenes del Ministerio de Salud. Solo había un enfermero que laboraba de cuando en cuando. No había un médico geriatra encargado, ni terapistas físicos ni ocupacionales de planta. Solo atendía a 22 personas. Algunos medios de comunicación venían denunciando públicamente sus carencias.
En poco tiempo Rosa puso el Hogar en orden.
Duplicó su ocupación a 42 personas. Obtuvo un médico geriatra de planta, enfermeros las 24 horas, y terapeutas que dan servicios diarios.
Se desarrolló la atención de salud, la alimentación, los cuidos diarios, los servicios diversos a los ancianos y la pulcritud y eficiencia de la administración hasta llegar a la excelente calidad que hoy tienen.
Y se impregnó toda actividad en ese Hogar de los rasgos cristianos en el servicio y el amor a ancianos y ancianas que las fundadoras vicentinas siempre quisieron impregnarle. Un 40% de las personas atendidas son 100% de bienestar social. Los que pueden pagar colaboran a poder atenderlos sin diferencia en el trato.
El encuentro de Rosa y Estrellita es un símbolo luminoso de la noble tarea que lleva a cabo el Hogar de Ancianos Asociación Vicentina de Escazú.
Estrellita le decía “Madrecita” a Rosa. Rosa alcahueteaba a Estrellita como a una hijita pequeña que con travesuras le escondía en el saco en que guardaba sus “tesoros” hasta cheques para pago de proveedores.
Fecha de publicación: 23-Mayo-2023
Fuente: diarioextra.com