ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Lo usual ha sido que en estos temas América Latina vea hacia Europa. Pero Rocco Buttiglione con su libro “Caminos para una teología del pueblo y de la cultura”, resalta los valiosos aportes filosóficos, teológicos y para la vivencia política que aporta al mundo la creatividad de la Iglesia Católica Latinoamericana en las últimas décadas.
Rocco Buttiglione es un respetado académico católico italiano reconocido en su continente por sus aportes intelectuales. Como político ha sido Diputado italiano y europeo y Ministro de Asuntos Europeos y de Cultura del gobierno italiano. Fue un amigo cercano del Papa San Juan Pablo II y ha dedicado parte de su vida a conocer la realidad eclesial, política y económico-social de América Latina.
Su libro está prologado nada menos que por el Papa Francisco y fue editado por la Academia de Líderes Católicos Latinoamérica y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Este pasado 23 de marzo, el libro fue presentado en la sede de esa universidad en Valparaíso, en una de esas actividades presenciales y digitales que la tecnología ahora nos acostumbra a vivir. Lo presentaron desde México el Cardenal Carlos Aguiar Retes Arzobispo Primado de México y Expresidente del CELAM; desde Colombia la Hermana Liliana Franco Echeverri, Presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos; y desde Roma Rodrigo Guerra López, Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina. El profesor Buttiglione hizo su exposición respondiendo preguntas de la asistencia presencial y digital, en un acto de muy rico contenido.
La obra merece el análisis y la reflexión de dirigentes eclesiales y laicos de las iglesias latinoamericanas, pero también de intelectuales y políticos de nuestro continente de todos los credos. Buttiglione enfrenta la capacidad de diálogo de la teología argentina y latinoamericana surgida del pueblo, de los pobres, con la teología europea de secularización y con la teología marxista de la liberación, y a mi entender resalta la capacidad de la primera de buscar la unidad entre las clases sociales, de establecer un diálogo entre las culturas partiendo de una visión trascendental intrínsecamente religiosa. Por eso el autor resalta el valor y la influencia de la religiosidad popular latinoamericana. Señala como el primer Papa del “Tercer Mundo”, el Papa latinoamericano Francisco lleva las consecuencias de esta visión de la teología del pueblo a su desarrollo de la cultura del encuentro y de la amistad social.
En su prólogo el Papa Francisco puntualiza la importancia de estos caminos teológicos latinoamericanos al decirnos: “…de nada sirve estudiar mucho si no es para amar y servir.”. Traducido a lenguaje político, me queda esta conclusión: “de nada sirve el mejor programa para gobernar ni las mejores políticas para alcanzar el poder si no es para amar y servir”.
Fuente: diarioextra.com