ALTERNATIVAS
Miguel Ángel Rodríguez E.
Al inicio de la Administración 1998-2002, el estado de las calles y carreteras del país era lamentable. El programa de mantenimiento a cargo del MOPT no había podido siquiera bachear las rutas nacionales y la protesta pública razonablemente era muy fuerte. Ya se acumulaban varios años de incapacidad en la atención de la infraestructura vial.
En los meses previos al inicio de esa Administración se tramitó en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley de creación de Conavi que entró en vigencia tres semanas después del inicio de nuestro Gobierno.
Fue un proyecto que gozó del apoyo de las dos fracciones mayoritarias en la Asamblea Legislativa. El Congreso respondió de esa manera a las justificadas demandas de los ciudadanos que reclamaban contra la inaceptable condición de carreteras y calles.
La idea de esa legislación fue contar con el apoyo de empresas constructoras que pudieran contratar el mantenimiento de diversas zonas del país de manera adecuada, con supervisión a cargo del MOPT de manera que sus ingresos estuviesen condicionados al trabajo de mantenimiento realizado.
Se respondía a la realidad de los años anteriores que destinaba los recursos del MOPT a la construcción de nuevas vías por contratación de las obras a empresas privadas, pero que dejaba de lado el indispensable mantenimiento de la red vial.
Inaugurar un nuevo tramo de vía pública era muy glamuroso, darle el adecuado y permanente mantenimiento para su conservación no generaba reconocimiento público ni beneficios políticos.
La idea de Conavi fue que hubiese unos recursos, un personal y una institucionalidad dedicada al mantenimiento de la infraestructura vial de forma que permanentemente se diera la atención requerida para el buen estado de esa red.
Dado el catastrófico estado en que se hallaban calles y carreteras el ministro don Rodolfo Méndez inició en pocos días el lanzamiento de cuadrillas a calles y carreteras desde muy tempranas horas y luego por primera vez en el país durante la noche, para tapar de emergencia los huecos, mientras se empezaba a estructurar Conavi, se demarcaban las zonas de mantenimiento del país y se preparaban los carteles de licitación y los procedimientos para la supervisión que garantizara la calidad de las obras.
Se echó a andar la nueva institución. Inicialmente con contrataciones por un año mientras se mejoraba el proceso licitatorio.
En mi informe a la Asamblea Legislativa en 2002 señalé: “Tuvimos que echar a andar a Conavi sin contar con estudios ni carteles de licitación…Pese a esa dificultad los 102.123 millones de colones invertidos en el mantenimiento, reparación, construcción y reconstrucción de carreteras y puentes en este cuatrienio representan en términos reales una vez y media lo invertido en las dos Administraciones anteriores juntas.
Esa inversión ha permitido dar mantenimiento y recarpetear 7.500 kilómetros de vías asfaltadas en todo el país…Y para que el país profundice su avance dejamos adjudicado en firme el mantenimiento constante de 4.192 kilómetros de carreteras durante los próximos 3 años, lo que le da a la próxima Administración el tiempo que nosotros no tuvimos para preparar las licitaciones futuras”.
Esas licitaciones se hicieron con el país dividido en 16 zonas con el afán de permitir que muchas empresas pudieran competir y participar en las obras, y por tres años para que nuevas o pequeñas empresas pudiesen obtener créditos bancarios para financiar los equipos y así ampliar el número de licitantes y la competencia. Estaban sentadas las bases para seguir progresando en los siguientes 19 años.
Desdichada y evidentemente las cosas no se hicieron de la mejor manera para mejorar los procesos de licitación, la operación institucional y la supervisión, y para fomentar la participación de firmas medianas que se especializaran en el mantenimiento aumentando la competencia y facilitando evitar la corrupción. Lo demuestra el lamentable caso de la Cochinilla que todos lamentamos y condenamos, y que las autoridades judiciales con el debido proceso deben juzgar.
Pero es importante recordar las intenciones y circunstancias de la creación de Conavi para que en su transformación nos se pierdan los avances logrados hace dos décadas.
Fuente: diarioextra.com