ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

Sería injusto y falso negar el éxito que el sistema de salud nacional ha tenido al encarar el Covid-19.

La CCSS logró incrementar la capacidad de las Unidades de Cuidados Intensivos de manera tal que no fue sobrepasada su capacidad ni en los tiempos de más acelerado contagio sufridos.

La letalidad (el porcentaje de muertes entre las personas contagiadas) de 1,37 y la cantidad de muertes de 56,5 por 100.000 habitantes son datos dolorosos, pero que resultan bajos si se comparan internacionalmente, con países similares en clima y estructura etaria de la población.

En América Latina en baja letalidad solo nos superan República Dominicana y Uruguay, lo que es aún más significativo porque el número de pruebas en nuestro país no ha sido muy alto y eso sobrestima la letalidad.

Pero no se puede hasta ahora mostrar igual satisfacción con el programa de vacunación.

Primero algunas salvedades y aclaraciones.

En Escazú, adonde tengo el gusto de vivir, la prestación del servicio de los Ebais lo lleva a cabo Coopesana y ha sido sumamente eficiente, bien organizado y ejecutado con extrema gentileza por sus funcionarios. Lo experimenté con relación a las dos dosis que a mí se me han ya aplicado (tengo 81 años) y la primera que se le administró a Lorena (77 años). El magnífico servicio fue tan notorio que me dirigí al Sr. Presidente de la CCSS y a la Directora Médica de Coopesana para nuestra área para expresarles reconocimiento, gratitud y felicitación.

Además, estoy claro en que la principal limitante en la administración de las vacunas es el suministro de los fabricantes. Chile ha podido llevar adelante el muy exitoso programa que los coloca como el tercer país en el mundo por la proporción de la población vacunada, gracias a que desde mayo de 2020 universidades de ese país con apoyo del gobierno hicieron contacto con empresas fabricantes y colaboraron con sus investigaciones médicas, para lo cual incluso se flexibilizó la legislación pertinente.

También soy consciente de que recién ahora se están instalando los 14 congeladores de ultra baja temperatura que permitirán una más equitativa y rápida distribución de las vacunas que se reciben, lo que podrá acelerar el proceso de vacunación.

Pero, a pesar de esas salvedades y reconocimientos los datos y las decisiones tomados o comunicadas, la semana pasada señalan un proceso lento, disparejo y opaco.

Se informó que por 15 días no se aplicarían primeras dosis al segundo grupo de población objetivo, los de mayor edad. Y al final del viernes, cuando escribo este artículo, esa es la noticia.

No se necesita más que los primeros grados de enseñanza primaria para hacer los números que demuestran que esa medida no tiene sentido.

Incluidas las vacunas que arribaron el pasado martes, el país ha recibido 557.115 dosis. Al día 15 de marzo se habían aplicado 190.088 primeras dosis y 57.994 segundas inyecciones.

Basta una simple resta para calcular que se necesitaban 132.094 dosis para completar con la segunda aplicación a todos los que ya habían recibido la primera, pero no la segunda.

Eso quiere decir que había un sobrante adicional de 176.939 dosis. ¿Cómo se va a suspender en esas condiciones la aplicación de primeras vacunas?

Incluso procediendo con la mayor precaución para cubrir el caso de que no llegaran más embarques en las próximas 3 semanas, se podrían aplicar la mitad de ese monto (88.469) primeras dosis reservando un monto igual para asegurar la aplicación de la segunda.

El retardo en el uso de esas vacunas no se puede válidamente justificar ni por las restricciones de envío de la casa fabricante (ya están en el país) ni por dificultades de distribución cuando hay muchísima población no vacunada (cientos de miles) del grupo al que por edad se está dando prioridad para vacunar.

Se ha venido publicando lo muy disparejo que ha sido el abastecimiento de vacunas entre diversas zonas del país. Por los problemas de la muy baja temperatura a la cual las vacunas deben preservarse salvo en los días en que ya se van a aplicar, eso es fácil de entender respecto a zonas muy alejadas entre sí.

¿Pero por qué la enorme disparidad entre los programas de vacunación de cantones cercanos como Escazú y Montes de Oca?

Si la suspensión de primeras dosis se estuviera dando (no lo sé, ni se ha dicho), para equilibrar la vacunación en diferentes zonas entre Ebais que han podido vacunar a un alto porcentaje de sus habitantes y los que van atrasados, así debió con transparencia haberse informado.

Y debía entonces aplicarse esas primeras dosis en las zonas que sufren retraso en su vacunación y que están asequibles con las facilidades de frío existentes.

Una comunicación clara, a tiempo y sin remilgos es fundamental para que la población mantenga la fe en sus autoridades.

Miguel Angel Rodríguez

Ex Presidente de la República

Fecha de publicación: 22-Marzo-2021

Fuente: diarioextra.com


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