ALTERNATIVAS

Miguel Ángel Rodríguez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

Una de las ideas que se aportó en el foro convocado por el gobierno para acordar medidas frente a la situación fiscal y el estancamiento económico “Costa Rica Escucha, propone y dialoga” fue vender la cartera de créditos de Conape, la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación.

La idea se presentó y discutió como si ejecutarla no tuviera importancia para la capacidad de Conape de prestar recursos para estudios superiores en este año y los siguientes. Desdichadamente esto no es así.

Recordemos qué es Conape.

Fundada en 1977, Conape ha permitido a más de 130 mil jóvenes seguir estudios terciarios, financiándoles sus costos con préstamos al 5,5% que empiezan a pagar cuando se gradúan. Como las universidades públicas no pueden recibir a todos quienes quieren seguir estudios universitarios para adquirir habilidades profesionales es muy importante que las personas con pocos recursos que no han podido ingresar a ellas lo puedan hacer a universidades privadas.

Por la cruel y muy negativa experiencia de la crisis de los ochenta del siglo pasado, debemos aprender que frente a un desequilibrio fiscal lo último que se debe afectar es la capacidad de las personas de adquirir habilidades. Hacerlo lesiona a las personas que pierden su potencial para ganar mayores ingresos en su vida laboral como trabajadores o empresarios, disminuye las capacidades productivas de la nación y las posibilidades de salir de la pobreza y aumenta la desigualdad.

De 1980 a 1988 la escolaridad bruta en secundaria bajó casi en una tercera parte. Casi una quinta parte de esa generación tuvo una menor capacitación en secundaria, lo que todavía se siente en el país. No se recuperó la escolaridad de 1980 sino hasta 1999. Todavía en la tercera y cuarta décadas de este siglo sufriremos el impacto de esta pérdida.

Los últimos años han significado un duro golpe para nuestros estudiantes con 3 meses de huelga en 2018, varias semanas en 2019 y un curso lectivo presencial de solo unas 3 semanas en 2020. Se ha calculado que estas circunstancias son equivalentes en promedio a la pérdida de casi un curso lectivo, con efectos mucho más perjudiciales para los estudiantes de familias pobres que tienen una mayor carencia de posibilidades de educación a distancia.

El bienestar futuro de nuestros habitantes depende de la capacidad productiva nacional en cuanto a volumen y a justicia en la participación de las familias en ella. Y esto depende de la productividad nacional, que está directamente ligada a las habilidades de los trabajadores. Además, hay una complementariedad entre los diversos niveles de capacitación laboral. Los profesionales y técnicos necesitan trabajadores con diversos niveles de capacitación, los trabajadores de línea con habilidades diversas necesitan de profesionales y técnicos.

Conape permite que obtengan estudios universitarios miles de estudiantes cada año, y gracias a una medida reciente está dirigiendo sus recursos a las carreras en ingeniería, matemática, ciencia, tecnología, que son las que tienen mayor demanda y mayor impacto en aumentar la productividad nacional.

La cartera en cobro activo de Conape es 164 mil millones de colones (hay otra cartera de préstamos para estudiantes que no han terminado sus estudios y que no está al cobro), y el cobro de esa cartera financia casi el 60% de los nuevos préstamos. Según la información disponible si careciera Conape de esos recursos, este año solo podría financiar los estudios de 1.449 estudiantes en vez de 3.239.

Es muy importante reducir la deuda pública al inicio del ajuste fiscal que se requiere. Por eso sugiero que se continúe con la venta de la cartera activa de Conape, pero se genere una renta a Conape que anualmente compense la pérdida del cobro de esa cartera. De esa manera se obtiene una reducción ya de la deuda pública y se puede seguir habilitando profesionales para mejorar la distribución del ingreso y aumentar la productividad. Las cifras que se me han indicado son de un giro anual del orden de 14 mil millones este año y un promedio de 17 mil millones en los próximos diez años, que bien podrían originarse en que se le ceda a Conape una porción del aporte patronal que sigue alimentando al Banco Popular. La enorme capitalización que ya ha tenido esa entidad financiera debe permitir utilizar esos recursos para este fin.

Miguel Angel Rodríguez

Ex Presidente de la República

Fecha de publicación: 15-Febrero-2021

Fuente: diarioextra.com


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