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Categoría: Disyuntivas
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Disyuntivas

Ordenar la vida en sociedad es complicado, especialmente cuando las instituciones, (normas y organizaciones) no se sustentan en la fuerza si no en la cultura de los ciudadanos. Por eso es tan contundente el dictum del recordado Ar?stides Calvani: ?Gobernar es dif?cil y gobernar en democracia es m?s dif?cil?.

De aqu? la casi imposibilidad de imponer una democracia republicana, respetuosa del estado de derecho. La democracia liberal adem?s de unas instituciones pol?ticas y una estructura jur?dica, requiere tambi?n de una cultura democr?tica que haga que los ciudadanos, los partidos y otras instituciones intermedias protejan sus fundamentos. Que quienes pierden procesos electorales entreguen el gobierno, que cada poder se limite al ejercicio de sus competencias y respete las de los otros, que la fuerza p?blica respete los derechos de las personas, que rijan las libertades p?blicas, el libre debate de las ideas, comicios libres y participativos, revisi?n judicial de los actos administrativos, debido proceso.

Esa pr?ctica imposibilidad la comprueba la experiencia de la posguerra.

La historia tambi?n nos demuestra que los pa?ses pueden evolucionar hacia una democracia liberal. En los ochenta del siglo pasado apenas hab?a tres democracias funcionales en Am?rica Latina: Costa Rica, Colombia y Venezuela en orden a su antig?edad. A finales de ese siglo solo Cuba no era democr?tica.

Antes del cambio de siglo se hab?a dado en Per? la toma del poder arbitrario y la destrucci?n del estado de derecho, por el gobierno democr?ticamente electo del Presidente Fujimori. Pasar a la democracia no era ruta de una sola v?a.

Eso nos movi? en el 2001 durante la Cumbre de las Am?ricas efectuada en Quebec, a introducir, por iniciativa de Canad? y Costa Rica, la cl?usula democr?tica para evitar la participaci?n en ellas de gobiernos no democr?ticos. Y pocos meses despu?s -con el concurso adicional de Per? en la iniciativa- a aprobar la Carta Democr?tica Interamericana.

Ten?amos claro, desde entonces, que la democracia en Am?rica es un derecho humano y que en su defensa tienen un papel muy destacado el derecho internacional y la acci?n de las naciones de nuestro continente.

Esta posici?n se rompi? en 2015 durante la Cumbre de las Am?ricas en Panam?, cuando se admiti? la participaci?n de Cuba. Con el empuje del chavismo y la fuerza de sus petrod?lares, los deseos del gobierno del Presidente Obama de restablecer las relaciones con la dictadura isle?a, y la expansi?n del socialismo del siglo XXI alentado y apadrinado por muchos partidos de la izquierda democr?tica, se facilit? la intervenci?n del castro-comunismo promoviendo dictaduras en nuestro continente.

Ante esas circunstancias ha sido muy dif?cil constituir un bloque de naciones con el n?mero necesario para aplicar la Carta Democr?tica Interamericana a Venezuela y Nicaragua. Mientras tanto, Cuba les da a esos reg?menes dictatoriales soporte de inteligencia militar y Rusia y otros gobiernos autoritarios les dan apoyo internacional.

Para nuestra Costa Rica sin ej?rcito y vecina de Nicaragua, la situaci?n es especialmente preocupante.

M?s que a casi cualquier otra naci?n nos importa la vigencia de la democracia, el estado de derecho y el imperio del derecho internacional.

Por eso no podemos ser blandengues en su defensa en Am?rica.

Nuestra participaci?n en la reuni?n en Colombia del Grupo de Lima debi? de ser al m?s alto nivel y en mi opini?n -en acato a los intereses nacionales- deb?amos haber suscrito la Declaraci?n del Grupo de Lima en apoyo al proceso de transici?n democr?tica y reconstrucci?n de Venezuela, emitida el pasado 25 de febrero en Bogot?. Dicha declaraci?n no contiene llamado alguno a la intervenci?n militar en ese pa?s.

Por otra parte, aceptar la inconveniencia de tratar de imponer por la fuerza la democracia a una naci?n, no nos deber?a permitir dejar de lado la responsabilidad de proteger a un pueblo frente a una crisis humanitaria. No podemos permitir que en Am?rica se repita la pasividad internacional frente a cr?menes de lesa humanidad como ocurri? -para verg?enza universal- en Ruanda y Kosovo.

A mi modo de ver hemos quedado en deuda con los derechos humanos en Am?rica y con el inter?s nacional.

Miguel Angel Rodr?guez

Ex Presidente de la Rep?blica

Fecha de publicaci?n: 11-Marzo-2019

Fuente: larepublica.net