Disyuntivas

Dr. Miguel Angel Rodr?guez Echeverr?a

Un d?a se terminar? la angustia fiscal que ?como es y debe ser? concentra esfuerzos, debates y manifestaciones en lo urgente, y nos obliga a posponer lo m?s importante.

El pasado 7 de mayo dirig? mis columnas a las nuevas autoridades parlamentarias y ejecutivas y les record? que: ?En Costa Rica muchos est?n desencantados porque la pobreza sigue sin disminuir desde hace dos d?cadas, porque la desigualdad, el desempleo y la informalidad han aumentado, y porque se sabe que las pensiones de IVM y los reg?menes de salud est?n en riesgo, porque la educaci?n no es pertinente, y porque la infraestructura colaps?, porque la seguridad ciudadana est? seriamente deteriorada, los servicios p?blicos son ineficientes, las regulaciones estatales son engorrosas y porque somos vulnerables ante el cambio clim?tico?. Y claro, no crecemos con la rapidez necesaria para atender esos problemas.

Esas razones del desencanto son objetivas y a ellas se suman sentimientos y pasiones, no siempre fundamentados en la realidad, pero con enorme fuerza que pueden provocar importantes confrontaciones sociales, como ya lo hemos experimentado.

Con independencia de la razonabilidad o no de sus posiciones, los apasionados, fan?ticos y hasta crueles ataques que se cruzan entre las personas con diferentes posiciones ante la huelga, nos muestran la hondura del resentimiento y la frustraci?n que se viven en importantes sectores de nuestra sociedad.

Si como ocurre, esas razones subjetivas se dan en medio de problemas f?cticos importantes como los que se?alo, y adem?s se producen en un mundo convulso que ha perdido las certidumbres y en el cual ha disminuido el aprecio por la verdad y los hechos, por los frutos de la libertad, por la democracia, por las instituciones del Estado de derecho y por la globalizaci?n; es imperativo que nos aboquemos todos a una serena y seria reflexi?n creativa que nos una y entusiasme en una nueva visi?n de futuro compartida.

Una visi?n de grandes transformaciones para alcanzar grandes metas. Una visi?n que nos vuelva a hacer posible ejecutar la soluci?n costarricense: unirnos y ser previsores para solucionar nuestros problemas y evitar futuras calamidades.

Claro que de previo debemos resolver la urgencia fiscal, que de no atenderse pronto nos puede sumir en una profunda crisis financiera, cuyo resultado podr?a ser conducir a la pobreza a cientos de miles de costarricenses y colocarnos en una condici?n de penuria de la cual podr?amos tardar muchos a?os en recuperarnos, sufriendo much?simas familias innecesarias calamidades. Sin resolver ese serio y urgente problema no podremos acelerar nuestro crecimiento ni resolver esos problemas sustanciales que afrontamos.

En ese art?culo respetuosamente dirigido a las autoridades que asum?an los puestos que hoy ejercen, se?al? que para crecer aceleradamente y generar los recursos con los cuales resolver esos importantes problemas deb?amos generar empleos adecuados a los cientos de miles de personas o desocupadas o en la informalidad, ahorrar m?s para financiar nosotros mismos una mayor inversi?n y aumentar la productividad. Y destaqu? el papel que con ese objetivo cumple de manera fundamental la educaci?n, como principal estimulador y catalizador de los cambios, as? como algunas transformaciones sustanciales que a la educaci?n p?blica y a la capacitaci?n laboral debemos efectuar para que cumplan esa misi?n.

Pero por supuesto se requieren transformaciones importantes en otras ?reas.

Los sistemas de pensiones de IVM y de Enfermedad y Maternidad de la CCSS requieren ser adecuados a la nueva realidad demogr?fica y al perfil de enfermedades de una poblaci?n que envejece; y se deben fortalecer los pilares de pensiones no contributivas y obligatorio contributivo.

Ser?a muy conveniente, a fin de disponer de recursos permanentes para los sistemas de la CCSS y para preparar adecuadamente los proyectos de infraestructura cuya construcci?n bien planeada se pueda ejecutar en tiempo, vender algunos activos estatales.

Urge realizar cambios en el sistema de banca para que se disminuya el margen de intermediaci?n financiera y hacer m?s expedito el sistema de supervisi?n.

Es preciso poder exportar los excedentes de generaci?n de electricidad y aumentar la eficiencia del ICE para bajar los costos de energ?a a la industria.

Debemos avanzar a un sistema impositivo para las empresas de zona franca que permita una contribuci?n de ese sector din?mico de la econom?a al financiamiento de los servicios p?blicos, sin poner en riesgo la atracci?n nacional a esas inversiones.

Para disminuir los costos de la canasta b?sica y aumentar los salarios reales y el poder de compra especialmente de las familias m?s pobres y de los trabajadores menos calificados, se deben eliminar los monopolios y proteccionismos que encarecen los alimentos.

La coordinaci?n y evaluaci?n de los programas sociales amerita una verdadera reestructuraci?n de la institucionalidad que los produce, para que los recursos lleguen en mayor proporci?n y mejor direccionados a las familias que los requieren.

Se amerita un enorme esfuerzo para eliminar regulaciones y permisos innecesarios, simplificar tr?mites, disminuir plazos para obtener servicios p?blicos, evitar la generaci?n de monopolios mediante discriminaci?n en el otorgamiento de permisos, facilitar las inscripciones de gen?ricos y eliminar obst?culos a los esfuerzos productivos.

Es indispensable hacer m?s eficiente al Estado, lo que obliga a repensar los sistemas de evaluaci?n de los servicios p?blicos, y establecer un sistema transparente y obligatorio de rendici?n de cuentas para poner en pr?ctica la reforma constitucional aprobada durante mi administraci?n, a la que no se le ha dado seguimiento.

Cada uno de estos cambios significa una importante transformaci?n para poder crecer m?s aceleradamente y as? resolver los problemas sustanciales mencionados al inicio de este comentario. No ser? f?cil hacerlos, pero es nuestra obligaci?n debatirlos sin prejuicios ni dogmatismo, si queremos de verdad avanzar en justicia social y en nuestro bienestar con crecimiento r?pido y compartido. Y es claro que ejecutarlos tomar? mucho tiempo y se deber?n aprovechar las coyunturas pol?ticas que permitan la actuaci?n de coaliciones que puedan ser pol?ticamente exitosas en alguno de estos temas.

A considerar estas medidas dedicar? mis futuras columnas.

Miguel Angel Rodr?guez

Ex Presidente de la Rep?blica

Fecha de publicaci?n: 1-Octubre-2018

Fuente: larepublica.net


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