ALTERNATIVAS

Miguel ?ngel Rodr?guez E.

Dr. Miguel Angel Rodriguez Echeverria

En esta columna de Alternativas, quiero proponer que hacer vinculantes las opiniones consultivas de la CIDH es perjudicial para la defensa interamericana de los derechos humanos. Lo hago para ampliar mi justificaci?n a no suscribir un documento que don Luis Salazar, comisionado presidencial LGBTI, me present? hace algunas semanas incluyendo la siguiente declaraci?n: ?Reafirmamos el car?cter vinculante de las opiniones consultivas emitidas por la Corte IDH?.

En otra columna, he defendido la tesis de que legalmente las opiniones consultivas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no son vinculantes.

La Convenci?n Americana sobre los Derechos Humanos, Pacto de San Jos?, establece con claridad sus fundamentos y finalidades. El Pre?mbulo reafirma ?el prop?sito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las instituciones democr?ticas, un r?gimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre?. El art?culo primero establece que ?los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, raz?n por la cual justifican una protecci?n internacional?. As? que, sin duda, se trata de defender los derechos fundamentales del hombre que nacen de su dignidad y que la Convenci?n enumera, claro que no en forma exhaustiva.

La violaci?n de esos derechos humanos surge principalmente por acciones de los estados, y de ah? la urgencia de su protecci?n internacional. Pero est? claro que, en el ejercicio de su defensa frente a los estados que los violan, se causan roces con esos estados de cuyo sometimiento al sistema interamericano de los derechos humanos depende la eficacia de la propia CIDH

Durante mi presidencia me toc? vivir el debilitamiento de la CIDH dado cuando, en 1999, el Gobierno del presidente Alberto Fujimori -ante condenas a su gobierno por violaciones de derechos humanos- decide retirarse de ella.

Mi Gobierno fue el ?nico que protest? ante tal decisi?n del Gobierno de Per? de aquel entonces, y adem?s dimos inicio a una tarea diplom?tica para fortalecer el apoyo pol?tico y financiero de la OEA a la CIDH.

En setiembre de 2013, el presidente Nicol?s Maduro de Venezuela anunci? la denuncia de la Convenci?n Americana sobre Derechos Humanos y el retiro de su pa?s del sistema interamericano de derechos humanos. Actuaba luego de que, ya en 2010, el presidente Hugo Ch?vez se?alara que la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos, por sus declaraciones en defensa de la democracia y la libertad en ese pa?s era ?un cuerpo politizado, utilizado por el imperio para agredir a Gobiernos como el venezolano?.

En diciembre de 2015, el presidente Rafael Correa de Ecuador se pronunci? contra la Comisi?n Interamericana de Derechos Humanos y propuso la creaci?n de un sistema latinoamericano de derechos humanos. Ecuador es uno de los pa?ses que hab?a enfrentado mayor cantidad de litigios en la CIDH.

En estos tres casos se trata de las reacciones de gobiernos con rasgos autocr?ticos ante las resoluciones litigiosas por violaciones de derechos humanos claramente establecidos en el Pacto de San Jos?. Protestaron y trataron de debilitar el sistema interamericano de derechos humanos respecto casos de defensa de libertades p?blicas, de integridad f?sica, de manifestaci?n y participaci?n, de informaci?n y prensa, de propiedad y contrataci?n cuya protecci?n por el sistema de derechos humanos de las Am?ricas es incuestionable. El sistema resisti? esas embestidas en su contra. Pero, ?qu? habr?a pasado si el sistema hubiese estado debilitado porque los estados consideraran que la CIDH con sus opiniones consultivas estuviese abrog?ndose facultades legislativas o de aprobaci?n de convenios?

Si la CIDH se dedica a emitir opiniones consultivas vinculantes que m?s que interpretar ?crean nuevos derechos? no reconocidos convencionalmente, se fortalecer?an las posiciones de los gobiernos que por sus violaciones a los derechos humanos fundamentales, y ampliamente admitidos, est?n en contra del sistema interamericano de derechos humanos.

En defensa de los derechos humanos de los habitantes de nuestro hemisferio, ser?a muy inconveniente otorgar car?cter vinculante a las opiniones consultivas de la CIDH, y esa instituci?n debe autolimitarse para no ejercer tareas legislativas que invadan las competencias de los estados que la integran.

Miguel Angel Rodr?guez

Ex Presidente de la Rep?blica

Fecha de publicaci?n: 13-Agosto-2018

Fuente: diarioextra.com


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